Es sencillo analizar comprar un arma pensando en que servirá para defendernos. Lo cierto es que tener cualquier tipo de equipo de defensa representa una responsabilidad y, en ocasiones, un enorme riesgo.

 

Existe la creencia generalizada de que las armas son para usarlas en defensa propia, otros consideran que se debe contar con una por si nuestro agresor posee un arma y pretende usarla en contra nuestra o de personas cercanas a nosotros.

 

Sin embargo, el concepto filosófico y legal establece que las armas se diseñaron para igualar fuerzas ante una agresión o agresor. Bajo este concepto y conociendo las actividades y modos de operar de los violentos todos deberíamos andar armados, sería la respuesta fácil de muchas personas… pero en realidad no es algo tan simple.

 

Pensemos en lo que pasó en Colorado hace unos días y preguntémonos si algunas de las personas que estaban en el cine hubiesen tenido un arma, habría logrado someter al atacante inmediatamente o las muertes se contarían en mayor número, es probable que la respuesta sea esta última. Veamos porqué

 

¿Quienes deben andar armados?

 

Solamente aquellas personas entrenadas y preparadas técnicamente y psicológicamente para quitarle la vida a otro ser humano cuando tengan enfrente a un agresor igualmente armado y que su vida o la de otro esté en peligro.

 

De nada sirve tener un arma con el fin de amenazar o ahuyentar a un agresor, pues el agresor psicológicamente esta preparado para quitarle la vida a un semejante cuando la de él esté en peligro o se vea acorralado.

 

¿Armas en casa?

 

Muchas familias poseen armas en casa (y sin registro), por si acaso algún día se mete alguien….

 

Cuando ese día llegue, el ladrón lo hará cuando ustedes no estén en casa y si por desgracia ustedes lo están, iniciar un enfrentamiento armado en un recinto cerrado como lo es una casa o departamento pondrá en riesgo la vida de sus seres queridos y la suya, pues a oscuras, en la madrugada y con las manos temblando por los nervios, solo hará estragos en paredes, cuadros y ventanas, no sin mencionar los rebotes de los proyectiles y los gritos de los menores, en el mejor de los casos.

 

Otro punto por pensar es que en la mayoría de las familias hay adolescentes y éstos por naturaleza son curiosos o les gusta alardear con sus amistades y muy seguramente saben en dónde guarda usted el arma, es decir, cuando usted no esté su hijo puede tomar el arma por curiosidad y, si esta está cargada, muy seguramente tendremos una tragedia en casa.

 

Para evitar lo anterior, muchas familias guardan el arma en un lugar bajo llave, descargada y la munición en otro lado (también bajo llave), para lo cual sería imposible acceder al arma y tenerla lista para ser usada ante la presencia de un agresor y usted podría salir herido o muerto en el intento.

 

Si este es su caso, es mejor que se deshaga del arma y mantenga un bate a la mano, esto será mas efectivo.

 

La realidad

 

Para aquellos que desean fervientemente verse como verdaderos cowboys por la vida portando el arma en todo momento (casa, oficina, trayectos, paseos, etc.) les recomiendo que cambien su modo de pensar, pues siempre tratarán de arreglar cualquier situación bajo el amparo del arma que llevan consigo y no mediante el diálogo y la conciliación, y muy seguramente en el diario trajinar encontrarán a otro cowboy mejor entrenado y en ese momento dejaremos una viuda y unos huérfanos.

 

Además, hay que considerar lo que las leyes dicen cuando se trata de tener o portar un arma o de matar en defensa propia, porque todo ello significa un delito y es posible que en algún momento, por alguna de esas causas, usted o alguno de sus seres queridos, vaya a prisión.

 

Un delito no tener licencia

 

Portar, poseer, vender o regalar armas es un delito en México, si no se tiene el permiso emitido por la Secretaría de la Defensa Nacional, institución que sólo autoriza algunos calibres menores.

 

Esto sumado a los 12 a 24 años de prisión que pueden significar el cometer el delito de homicidio, ya que probar legítima defensa es muy difícil, pues para ello debe acreditarse que se le disparó a una persona porque estaban en peligro sus bienes o vida, sólo así podría ser liberado.

 

Las leyes en México fijan penas de prisión que van de tres meses hasta 30 años de prisión y multa, además del decomiso del arma, a quien porte, fabrique, importe o acopie sin tener el permiso para ello.

 

Se necesita licencia para tener el arma en casa y, para sacarla del domicilio, la misma licencia debe autorizarlo y sólo así se puede llevar en el automóvil o en la calle.

 

De acuerdo con el Código Penal federal y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, la venta de las armas permitidas sólo podrá hacerse por establecimientos mercantiles provistos de licencia y nunca por particulares, y se fijan límites en la cantidad de cartuchos a comerciar y para vender a un mismo particular un arma se debe pedir permiso.

 

La persona que solicite una licencia para portar armas deberá otorgar una fianza por la cantidad que fije la autoridad, y comprobar la necesidad que tiene para la portación de ella, haber cumplido con el Servicio Militar Nacional, tener un modo honesto de vivir, no tener impedimento físico o mental para el manejo de armas, no haber sido condenado por algún delito, no consumir drogas, y demostrar sus antecedentes de honorabilidad y prudencia, con el testimonio de cinco personas bien conocidas de la autoridad.

 

La Ley sólo permite poseer o portar, con licencia, algunas pistolas, revólveres y, en algunos casos rifles; así como el equipo se sirva para caza y las que formen parte de una colección.

 

Las licencias que se tramiten deberán ser por cada arma que se posea en casa, no es transferible y se revalida cada dos años, aunque la Secretaría de la Defensa o de Gobernación puede cancelarla en cualquier momento, si considera que no se cumplen con los requisitos exigidos.

 

*Consultor en temas de seguridad