El Partido Revolucionario Institucional (PRI) negó que hubiera un presunto financiamiento ilícito o proveniente del “lavado” de dinero en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto como lo denuncia el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

 

En un comunicado, la dirigencia priista condenó el uso de la mentira por el aspirante del Movimiento Progresista y rechazó las acusaciones de “lavado” de dinero, las cuales desde su punto de vista constituyen una abierta difamación.

 

“El PRI sostiene que dicha acusación se suma a la serie de denuncias falsas que el señor López Obrador presentó a lo largo de la campaña presidencial y después de la jornada electoral del 1 de julio, y que han fracasado por carecer de sustento”, sentenció.

 

Esta práctica evidencia un método del señor López Obrador y su movimiento, que apuestan al desgaste de las instituciones encargadas del proceso electoral, aseguró la dirigencia nacional.

 

Puntualizó que ante el hecho de que cada acusación o demanda emitida ha sido esclarecida y abatida por su propia debilidad, queda claro que López Obrador y su equipo van de mentira en mentira.

 

“Bajo esta lógica, demandó el conteo voto por voto y cuando éste se verificó y confirmó el resultado, cambió su argumento a la compra masiva de sufragios, que tampoco pudo sostener y ahora lanza otra acusación inverosímil de lavado de dinero”, fustigó.

 

Advirtió que con dicho señalamiento sólo logra escalar la irracionalidad de sus argumentos, con los que pretende mantenerse vigente en la opinión pública e impedir la renovación generacional en el liderazgo de las izquierdas.

 

Por ello, el PRI reiteró su total disposición a seguir aportando toda la información y las pruebas que las autoridades electorales le requieran, a fin de acreditar que el origen y el destino de todos los recursos de su campaña presidencial fueron lícitos.

 

Además sentenció que el partido se ajustó estrictamente a los topes de campaña y que el gasto de los recursos se llevó a cabo conforme al marco legal.