Jerusalén. El presidente ruso, Vladimir Putin, defendió hoy en Israel la necesidad de “hacer todo lo posible para que la doctrina nazi bajo cualquier disfraz quede como algo del pasado”, en un momento en que el mundo y la paz son “aún frágiles”.

 

“Debemos impedir todo intento de probar y justificar la ideología nazi”, dijo ante su homólogo israelí, Simón Peres, en la ciudad de Netania, al norte de Tel Aviv, durante la inauguración de un monumento en recuerdo a los soldados del Ejército Rojo caídos en la Segunda Guerra Mundial.

 

Putin destacó que las tropas soviéticas “pusieron fin” al Holocausto, “uno de los eventos más oscuros y trágicos de la historia de la humanidad”, al derrotar a la Alemania de Adolf Hitler en 1945, de acuerdo a un comunicado de la Presidencia israelí.

 

“He visto muchos monumentos a lo largo del mundo, pero este será un recordatorio constante del heroísmo de una generación entera que peleó y se sacrificó por toda la humanidad”, agregó ante unas 600 personas, entre ellas los ministros de Exteriores de ambos países, Sergei Lavrov y Avigdor Lieberman.

 

Peres, por su parte, destacó la “deuda de gratitud” de Israel y el pueblo judío al papel de la Rusia soviética en la liberación de los campos de concentración y exterminio, en los que murieron seis millones de judíos.

 

“Estamos seguros de que Rusia, que golpeó al fascismo, no permitirá amenazas similares: ni la amenaza iraní ni el baño de sangre en Siria. Rusia contribuyó de forma decisiva en la victoria en la guerra y puede contribuir de forma decisiva en la paz en Oriente Medio”, señaló.

 

Putin y  el jefe de Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, mantendrán después un almuerzo con Lieberman; el titular de Defensa, Ehud Barak; el ministro de Diplomacia Pública y Asuntos de la Diáspora, Yuli Edelstein; y el jefe de la coalición gubernamental, Zeev Elkin, los dos últimos originarios de la extinta Unión Soviética.

 

Peres también mantendrá una reunión con Putin en su residencia y le agasajará posteriormente con una cena de Estado.

 

En los diferentes encuentros, los dirigentes israelíes insistirán a su invitado en que apoye nuevas sanciones internacionales contra Irán, país con el que Moscú tiene fuertes lazos, para que detenga su programa nuclear.

 

Asimismo le pedirán que Rusia garantice que las bases de cohetes no convencionales en Siria no caigan en manos de los rebeldes o de organizaciones terroristas, informa este lunes el diario israelí “Yediot Aharonot”.

 

Mañana, martes, el presidente ruso se verá con su colega palestino, Mahmud Abás, en la Muqata o sede oficial palestina de Belén e inaugurará un centro cultural ruso en esa ciudad.

 

A primera hora de la tarde partirá a Jordania a través del paso fronterizo de Allenby-Rey Husein, en la Cisjordania ocupada.