Washington. El Tribunal Supremo de Estados Unidos convalidó la legislación federal que permite a las empresas las donaciones electorales sin ningún tipo de límite, una controvertida medida por la que han protestado numerosas organizaciones cívicas alegando que corrompe la democracia estadounidense.

 

 

En una votación apretada, 5-4, los jueces del Supremo reafirmaron que la decisión tomada al respecto en enero de 2010 se aplique también a las leyes de los estados sobre financiación de campañas, y defendieron el derecho de las empresas y sindicatos a emplear libremente sus activos a favor o en contra de los candidatos a cargos estatales o locales.

 

 

Los mismos cinco jueces que apoyaron la medida argumentaron en 2010 que las corporaciones tienen el derecho constitucional a ser escuchadas en las campañas electorales, basándose en el derecho a la libertad de expresión.

 

 

Esa decisión allanó el camino para un gasto ilimitado por parte de corporaciones y sindicatos en las elecciones legislativas y presidenciales, siempre y cuando el dinero sea independiente de los equipos de campaña de los candidatos.

 

 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha expresado su oposición a la inversión ilimitada en diversas ocasiones, algo que él considera como una amenaza a la democracia por el “posible control corporativo” de las elecciones.

 

 

Los llamados “Super PACs”, grupos creados a raíz de los dictámenes de 2010, los sindicatos y empresas pueden donar dinero sin límites, y sus fondos pueden gastarse de cualquier modo con el objetivo de lograr la victoria o derrota de un candidato federal. Se calcula que 250 “Super PACs” gastarán en su conjunto hasta 1.000 millones de dólares en el actual ciclo electoral de 2012. (EFE)