Río de Janeiro. Jefes de Estado y de gobierno de los 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobaron hoy la Declaración de Río+20, al término de la Cumbre encaminada a buscar salidas urgentes al cambio climático.

 

El documento, que causó controversia y fue rechazado por la Cumbre de los Pueblos, un evento alterno de la sociedad civil, reafirma los compromisos ya adquiridos para eliminar los dañinos e ineficientes subsidios a los combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas.

 

No se precisa, sin embargo, qué mecanismo y cómo se van a eliminar esos combustibles y se recomienda racionalizar el uso de los subsidios que distorsionan los mercados.

 

Del total de las 49 páginas y 283 párrafos del documento, sólo tres tratan el cambio climático e indica que este representa una urgente e inmediata prioridad global.