Considerada por Washington y la PGR como una de las principales rutas para el contrabando de droga desde Colombia, Venezuela y Brasil, las costas de Chiapas y Oaxaca son las arenas de batalla de la Armada de México contra los cárteles del narcotráfico.

 

Un reporte de la Secretaría de Marina revela que 28 de 32 operativos de intercepción marítima realizados de 2008 a 2011 se efectuaron entre las costas chiapanecas y oaxaqueñas, tres en Quintana Roo y uno más en Baja California.

 

De estas acciones, tres se llevaron a cabo en 2008, otras 10 se verificaron en 2009, 13 un año después y seis en 2011. Este tipo de operaciones pueden durar varios días, debido a la complejidad para ubicar en altamar a embarcaciones infractoras.

 

De los 32 operativos de intercepción marítima, solamente en cinco de ellos se lograron aseguramientos de enervantes, principalmente cocaína, y en 27 de ellos no se obtuvieron resultados.

 

En el informe de la Armada destaca que en el Golfo de México -en disputa por los Cárteles del Golfo y Sinaloa y Los Zetas- no se ha llevado a cabo ninguna operación para interceptar drogas.

 

De acuerdo con informes de la PGR y del gobierno estadunidense, una de las zonas en disputa por los cárteles de la droga se ubica en el sureste y abarca Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas y una zona de Oaxaca, que va desde Santa María Chimalapa hasta Santiago Zacatepec y de ahí a las costas del Pacífico.

 

Por esta ruta se transporta principalmente cocaína traída de Colombia, Venezuela y Brasil, que entra por Cancún y cuyo destino es Estados Unidos y los consumidores mexicanos.

 

De acuerdo con un análisis de los expertos estadunidenses de Stratfor, la cocaína que entra por Cancún, procedente de sudamérica, se transporta hacia Tabasco, Oaxaca y Yucatán y de ahí, vía marítima, a Veracruz, Tampico y Reynosa, Tamaulipas.

 

Y la cocaína que entra por Chipas se lleva a Veracruz; de ahí a Tampico y a Guerrero, aunque vía Acapulco también hay una ruta directa de Colombia, que va también hacia Michoacán, y de ahí por mar a Puerto Vallarta, Jalisco, así como a Mazatlán y Culiacán, en Sinaloa.

 

Intercepción en altamar

 

En 2008, el informe de la Marina indica que en una operación que duró tres días, del 15 al 20 de julio, se logró asegurar un submarino a 200 kilómetros al sur de Salina Cruz, Oaxaca. En el operativo fueron detenidos cuatro tripulantes del semisumergible y casi seis toneladas de cocaína.

 

En dos acciones de intercepción marítima, del 13 al 18 de septiembre, fueron aseguradas en costas de Chiapas un buque pesquero con 3.3 toneladas de cocaína, así uno más en Huatulco con 3.5 toneladas de la misma droga.

 

Del 30 al 31 de diciembre del mismo año, fue asegurado otro buque pesquero en Ensenada, Baja California, con seis tripulantes a bordo y 2.6 toneladas de mariguana.

 

En una acción, del 17 al 21 de septiembre de 2009, elementos de la Armada de México aseguraron a 764 millas náuticas (mil 400 kilómetros) de Puerto Chiapas, Chiapas, un buque con cinco tripulantes a bordo y casi 7 toneladas de cocaína.

 

Finalmente, durante un operativo que duró una semana, del 17 al 24 de abril de 2010, marinos lograron asegurar a 253 kilómetros al sureste de Puerto Chiapas un buque pesquero con cinco tripulantes y 2.4 toneladas de cocaína.