Bajo el argumento de que la producción animal intensiva, la caza indiscriminada y la extracción de animales de su hábitat natural son prácticas que tienen mayor impacto en la tierra, el uso energético y el cambio climático, la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA por siglas en inglés) logró que se discuta el trato animal en la agenda de la Cumbre Río +20.

 

La producción animal intensiva en la que los animales se encuentran en un confinamiento tan extremo que no pueden desarrollar sus comportamientos naturales mientras crecen, son algunas de las prácticas que WSPA busca erradicar.

 

“Estas prácticas insostenibles nos impiden disfrutar de las ventajas que nos brindan los animales sin maltratarlos y a un plazo de tiempo mucho mayor”, explicó Marcela Vargas, Gerente de Programas de la WSPA para México, Centroamérica y el Caribe.

 

Las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prevé que seguir con estos sistemas duplicaría la demanda de carne para el 2050, con un mayor impacto en la tierra, más deforestación y aumento del uso energético.

 

Si se da un cambio y se logra priorizar una ganadería sostenible y cuidado de la salud animal, las ventajas son obtener un mejor alimento y la captación de mayores ingresos por actividades turísticas ligadas a la observación de animales.

 

En abril pasado, WSPA recoletó y entregó 110 mil firmas de personas para la inclusión de mejores prácticas en la discusión de los representantes de la ONU, como parte de su campaña “Huella Animal”.