Cada año, un tercio de los alimentos que se producen a nivel mundial se tira o se desperdicia, es decir, mil millones de toneladas terminan en la basura; lo anterior implica que 40% de la energía utilizada para su producción también se pierda.

 

Por lo anterior, la FAO hizo un llamado a mejorar la eficiencia energética en la cadena alimentaria, que incluye desde el cultiva hasta el procesamiento y comercialización, y que absorbe 30% de la energía disponible a nivel mundial.

 

En vísperas de la próxima conferencia Río+20 sobre desarrollo sostenible, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó un estudio según el cual la mayor parte del consumo de energía, 70%, se da una vez que los alimentos han salido de las explotaciones agrícolas, ya que éstos se transportan, procesan, envasan, envían, almacenan, comercializan y preparan.

 

Sin embargo, señala el reporte, de toda la energía utilizada en la cadena alimentaria alrededor de 40% simplemente se pierde debido a las pérdidas y desechos de alimentos debido que un tercio de estos se tira o se desperdicia cada año.

 

La FAO advierte que casi tres mil millones de personas tienen acceso limitado a servicios energéticos modernos para calefacción y cocina, y mil 400 millones tienen acceso limitado a la electricidad o carecen de ella.

 

Indicó que entre los factores que podrían obstaculizar los esfuerzos mundiales para satisfacer la creciente demanda de alimentos, a menos que la cadena agroalimentaria se desvincule del consumo de combustibles fósiles, están los aumentos en los precios del petróleo y el gas natural.

 

Además, la inseguridad respecto a las reservas limitadas de estos recursos no renovables y el consenso mundial sobre la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

 

El informe destaca que, sin acceso a la electricidad y a fuentes de energía sostenibles, las comunidades tienen pocas posibilidades de alcanzar la seguridad alimentaria, y ninguna oportunidad de asegurarse medios de vida productivos que puedan sacarles de la pobreza.

 

“Para alimentar al planeta, los sistemas mundiales de producción alimentaria necesitan energía. Al mismo tiempo, la producción de alimentos no sólo utiliza energía, también la está desperdiciando”, aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

 

“Sin embargo, hay grandes oportunidades para mejorar la eficiencia energética en la cadena alimentaria, así como para producir energía sostenible en la agricultura, estas oportunidades se deben explorar con valentía, y espero que ocupen un lugar destacado en los debates de Río+20”, añadió.

 

En la Cumbre de Río sobre Desarrollo Sostenible, a celebrarse del 20 al 22 de junio en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, se espera que los gobiernos hagan un llamado para ampliar la iniciativa de las Naciones Unidas (ONU) Energía Sostenible para Todos.

 

El objetivo es garantizar el acceso universal a los servicios básicos de energía, mejorar la eficiencia energética, duplicar la cuota de las energías renovables en el mercado energético mundial, y fomentar el desarrollo bajo en emisiones de carbono. REDACCIÓN

DATO:

Mil 300 millones de toneladas de alimentos se tiran cada año