Wal-Mart, la cadena de tiendas de autoservicio más poderosa del planeta, ignora las peticiones de información del Congreso de Estados Unidos, que le ha pedido desde hace más de un mes entregar documentos y permitirle hablar con sus empleados para conocer más acerca de los supuestos sobornos que pagó la empresa en México para acelerar su expansión.

 

The New York Times reveló el 21 de abril de este año que la empresa estaba al tanto de sobornos que eran pagados a autoridades mexicanas para abrir tiendas rápidamente y al amparo de la ley. Elijah E. Cummings y Henry A. Waxman, miembros de la Cámara de Energía y Comercio del Congreso de EU, enviaron ayer una carta a Michael T. Duke, CEO de Wal-Mart Stores Inc. El documento, del cual 24 HORAS tiene copia, indica que la empresa no ha atendido los requerimientos que les han hecho.

 

“Nosotros le hemos enviado cartas pidiéndole documentos e información acerca de las acusaciones que su compañía tiene respecto a la violación a la Ley de Prácticas de Corrupción en el Extranjero”, dice la misiva.

 

“Aunque usted dijo durante una reciente reunion con inversionistas de Wal-Mart que están haciendo todo lo que pueden para llegar al fondo del asunto, usted no nos ha entregado la información que le hemos pedido”.

 

Específicamente, dicen los congresistas, no les ha dado documentos y ha impedido que cualquier empleado de la empresa se reúna con sus enviados para hablar del asunto.

 

“Y ha fallado en responder a nuestra petición de hablar con Maritza Munich, una figura clave dentro de las investigaciones. Las acciones de Wal-Mart hasta la fecha han inhibido significativamente nuestra habilidad de investigar estas acusaciones”.

 

Munich era una de las pocas ejecutivas dentro de la empresa que conocía a detalle lo que pasaba en México, el escándalo que se contenía y que desde 2003 se analizaba.

 

En enero de 2006 presentó su renuncia, porque dijo que la investigación se le escapaba, dada la gravedad de las acusaciones. Pedía que hubiera investigadores independientes.