MADRID. El Gobierno español cobrará a los bancos necesitados de ayudas un tipo de interés superior al que le exige Europa, con el fin de que el costo de la línea de crédito concedida para sanear el sector financiero no afecte a las cuentas del Estado.

 

Fuentes del Ejecutivo explicaron que Europa prestará a España el dinero “con mejores tipos y mejores plazos” que los que se impondrá a los bancos que se acojan a la recapitalización.

 

Esta idea explicaría por qué el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo ayer que la línea de crédito “no afectará al déficit público”, después de que el sábado su ministro de Economía, Luis de Guindos, explicara que los intereses que abone el Estado sí computarán como gasto a efectos de déficit.

 

El Eurogrupo acordó este sábado poner a disposición del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), de titularidad pública, hasta 100 mil millones de euros para que pueda inyectar fondos en forma de capital en los bancos que lo necesiten.

 

El último real decreto de reforma del sistema financiero español, aprobado a principios de mayo, contemplaba dos vías para que el FROB inyectara capital en la banca, mediante la compra de acciones, que no tiene costo para las entidades, o mediante la compra de títulos convertibles, que sí lo tiene.

 

La crisis financiera española explotó el 10 de mayo con la nacionalización de Bankia. La caída de la entidad, que solicitó 23 mil 900 millones de dólares para sanear su balance, generó desconfianza sobre la capacidad de España para sanear sus bancos en solitario.

 

Los mercados entendieron que Bankia, octavo banco nacionalizado desde el inicio de la crisis, era sólo la punta del iceberg. Las exigentes provisiones exigidas por el gobierno conservador a los bancos para cubrir los activos tóxicos tampoco apaciguaron las aguas y los costos de financiamiento de la deuda española se dispararon hace dos semanas a niveles insostenibles, poniendo en jaque la viabilidad del euro.

 

En realidad, el agujero circunscribe a entre cuatro y cinco de los 14 principales grupos bancarios del país. Esas entidades surgieron en su mayoría de las fusiones entre antiguas cajas de ahorro, prácticamente desaparecidas por su exposición al pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008.

 

Según el Banco de España, el sistema financiero soporta una cartera de 180 mil millones de euros (223 mil 950 millones de dólares) en activos tóxicos y créditos e hipotecas en riesgo de impago vinculados al colapso de la construcción.

 

Según el FMI, el 70% del sistema bancario español es solvente, gracias sobre todo a entidades como el Santander o el BBVA, con presencia en todo el mundo.

 

En cualquier caso, la falta de liquidez está afectando a todo el sistema, no tanto en el dinero que se mueve en la calle, pero sí en el flujo de crédito, lo que está contribuyendo a frenar la recuperación económica

 

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, aseguró hoy que la ayuda europea que recibirá España para sanear su sector financiero  envía una “señal clara” a los mercados.

 

“Es una señal clara a los mercados y al público de que la zona del euro está decidida a emprender acciones decisivas para calmar las turbulencias del mercado y contener el contagio”, señaló el comisario en unas declaraciones difundidas por el canal europeo de televisión Ebs.

 

El siguiente paso, precisó, es la formalización de la petición de ayuda por parte de España y, a continuación, la CE, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional analizarán las necesidades de reestructuración y recapitalización del sector bancario y luego firmarán un memorando de entendimiento con el país.