El joven de 22 años de edad, que se encuentra arraigado por su presunta participación en el homicidio del general retirado Arturo Acosta Chaparro, fue contratado como sicario por un grupo delictivo para cometer el asesinato.

 

Esta es la principal línea de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) luego de la detención del sospechoso, quien según los indicios y el retrato hablado, es el responsable de haber disparado en tres ocasiones en contra del mando castrense el pasado 20 de abril.

 

“La indagatoria apunta a que este joven fue el homicida material, que cometió el crimen contratado por los autores intelectuales y esa sería toda su conexión, recibió un pago por cometer el asesinato. Vamos a verificarlo con las declaraciones que se le puedan tomar en los siguientes días”, indicó una fuente de la Fiscalía de Homicidios de la procuraduría local.

 

El implicado fue identificado como Jonathan Javier Arechega Zarazúa, de 22 años de edad, y fue detenido por agentes judiciales el pasado 23 de mayo en calles de la colonia Villa de Aragón en la delegación Gustavo A. Madero, luego de una denuncia anónima recibida en la PGJDF.

 

El Procurador capitalino, Jesús Rodríguez Almeida, explicó que la media filiación del joven corresponde con la del retrato hablado que se dio a conocer oficialmente el pasado 16 de mayo, con base a los señalamientos hechos por los testigos que presenciaron el homicidio del general.

 

“Obtuvimos la medida cautelar de arraigo y tenemos 30 días para integrar la averiguación previa en torno a esta persona, para abundar en el desarrollo de las diligencias que están todavía pendientes por desahogar (…) lo que les puedo decir es que hay testigos que ya lo vieron y lo reconocen, pero seguimos recabando elementos”, dijo el procurador.

 

De acuerdo con la Procuraduría capitalina, el joven detenido no tiene antecedentes penales ni pertenece a ninguna corporación policíaca. Supuestamente, se dedica a la “santería” y, al parecer, vive en un domicilio del municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.

 

En la PGJDF indicaron que el joven es conocido como El Yoni o El Chango, y hasta el momento no ha querido rendir ningún tipo de declaración en torno a los hechos, ni ha confirmado o rechazado su participación en el homicidio.

 

Para la dependencia capitalina, el bajo perfil del implicado es un elemento que refuerza la tesis de que él no forma parte de alguna estructura delictiva en particular, sino que fue “contratado” ex profeso para llevar a cabo materialmente este homicidio, en complicidad con otro sujeto que de momento sigue prófugo.

 

La principal línea de investigación de la Fiscalía de Homicidios de la PGJDF respecto a este caso, radicado en la averiguación previa FMH/MH1/T2/1140/12-04-R1, apunta que se trató de un crimen planificado con antelación y el cual obedecería a un ajuste de cuentas de la delincuencia organizada.

 

Acosta Chaparro, quien antes había sido exonerado de  señalamientos de nexos con el Cártel de Juárez, era investigado por las autoridades federales por su presunto vínculo con la organización delictiva de Los Beltrán Leyva, a quienes habría filtrado información a cambio de fuertes sumas de dinero.