BRUSELAS. El primer ministro italiano, Mario Monti, aseguró ayer que Italia se encuentra todavía en una situación en la que tiene “enormes posibilidades de contagio” de la crisis, si bien recalcó que esta amenaza no se debe a un país en concreto sino a la delicada situación de la zona del euro.

 

“Su posición (la de Italia) está todavía amenazada por enormes posibilidades de contagio”, afirmó Monti en el Foro Económico que se celebró ayer en Bruselas, en el que intervino por teleconferencia.

 

El primer ministro italiano, quien en el pasado atribuyó el riesgo para Italia a la mala situación económica en países como España, se apresuró hoy a aclarar que estas posibilidades de contagio no responden a la debilidad de un país en concreto sino “de todo el sistema”.

 

“Limitar el contagio y estimular el crecimiento son vitales para muchos países como Italia”, insistió y recordó que cuando el actual Gobierno italiano tomó posesión el pasado noviembre la prima de riesgo del país se situaba en los 574 puntos básicos, un umbral que luego bajó hasta los 250 puntos, pero que en los últimos meses ha vuelto a situarse en el área de los 460.

 

Monti mencionó en concreto a Alemania, a la que agradeció haber exportado al resto de la UE la “cultura de la estabilidad”, pero pidió al país que reflexione profunda, pero rápidamente, sobre la falta de instrumentos para limitar el contagio que puede condenar todos los demás esfuerzos.

 

En este contexto, el político italiano pidió que se considere, entre otras medias, la posibilidad de que las entidades bancarias recurran directamente al fondo de rescate para financiar su financiación sin necesidad de pasar por los Estados miembros.

 

Monti vinculó directamente el riesgo de contagio con la estrategia para impulsar el crecimiento que prepara el bloque europeo y aseguró que si en la cumbre de finales de junio los líderes europeos presentan un paquete de crecimiento “creíble” los mercados percibirán que sí existe una perspectiva de crecimiento y se relajará la presión sobre países como Italia.

 

El primer ministro consideró, por otro lado, “extraordinario” el papel que ha desempeñado hasta ahora el Banco Central Europeo en la crisis y recalcó que su mandato actual no ha impedido a la entidad buscar formas de intervención pese a mantenerse dentro de su papel.

 

Monti dijo ser contrario a modificar ese mandato para incluir la tarea de impulsar el crecimiento de forma específica porque, en su opinión, haría que los líderes europeos se sintiesen más cómodos y evitasen tomar las medidas necesarias de consolidación e inversión, que suelen tener un coste político.