La colisión de un Ferrari contra un taxi de hace unas semanas acontecida en una área del centro de Singapur se ha convertido en la gota que derramó el vaso de la animadversión en contra de los extranjeros y el creciente resentimiento que embarga a la ciudad estado por las ostentosas demostraciones de riqueza.

 

Videos tomados desde un auto que iba detrás del taxi y que usó la policía como evidencias mostraron que el Ferrari se pasó un alto a gran velocidad y chocó con el taxi. De acuerdo a reportes de la policía, el conductor, un ciudadano chino llamado Ma Chi, fue declarado muerto en la escena del accidente, mientras que el taxista y su pasajero, un visitante japonés, fallecieron horas después.

 

En lo que representa un raro gesto de gentileza, la embajada china en Singapur escribió una carta dirigida al diario Strait Times diciendo que los ciudadanos chinos en Singapur deben “respetar la vida y el valor que tiene su vida misma y la de los demás”. Varios destacados políticos de Singapur han contribuido al debate, incluso el primer ministro Lee Hsien Loong, quien ofreció sus condolencias a los deudos de las víctimas. K. Shanmugam, ministro de justicia y asuntos extranjeros, prometió apoyo económico a los familiares del taxista.

 

Pero la desazón ahora se ha intensificado como bola de nieve por el accidente, y muchos han expresado sus iracundos sentimientos contra los chinos en la Red. Una página falsificada de Facebook sobre el perfil de Ma lo caracteriza como un alma inquieta que “actualmente (reside) en el averno”.

 

Aún no se han revelado los detalles sobre Ma Chi, y los intentos por localizar a sus parientes no tuvieron éxito. Reportes de los medios locales han citado a su esposa diciendo que trabajaba en el sector financiero y que vivía en un penthouse.

 

El resentimiento en contra de los extranjeros –particularmente contra los chinos– no es nada nuevo en Singapur, debido al gran número de expatriados acaudalados. De acuerdo a estadísticas del gobierno de 2011, los ciudadanos de Singapur representaban 63% de la población del país, menos que el 91% en 1980 y el 74% en 2000.

 

Foto: Especial

 

Muchos oriundos de Singapur dijeron que los residentes de origen extranjero reducen las oportunidades de trabajo, encarecen el valor de las propiedades y ejercen más tensiones en la infraestructura.

 

Analistas políticos dijeron que tales resentimientos desempeñaron cierto papel en el mal desempeño que tuvo el gobernante Partido de Acción Popular en las elecciones del año pasado. Más de 52% de los electores dijeron que la inmigración era un problema importante para ellos, de acuerdo al centro de investigaciones Institute of Policy Studies o IPS con sede en Singapur. Algunos analistas dicen que muchos electores pensaban que el gobierno está dando a los inmigrantes ventajas injustas.

 

Sin embargo, durante el año pasado se generó un tono cada vez más xenofóbico que se intensificó producto de la ostentación de la riqueza, dijeron académicos y analistas.

 

La apertura de dos casinos en 2010 trajo más acaudalados a la ciudad. También han surgido varios hoteles nuevos pensados para los ultraricos y los autos lujosos son más visibles. Pangea, un club nocturno que abrió el año pasado, cobra hasta 15,750 dólares por mesa, mientras que están floreciendo los clubes de yates.

 

La atención reciente que le han dedicado los medios a Eduardo Saverin, el cofundador de Facebook, quien renunció a su ciudadanía estadounidense y se mudó a Singapur, ha intesificado el resentimiento.

 

Funcionarios del gobierno dijeron que mantener un buen flujo de inmigrantes es crucial para la supervivencia de la pequeña ciudad-estado y arguyen que los extranjeros traen más habilidades al país. Pero Terence Chong, investigador de Southeast Asian Studies que tiene su sede en Singapur, dijo en una conferencia sobre integración que desde el punto de vista de algunos ciudadanos de Singapur, los nuevos ciudadanos y los residentes permanentes “están aquí para obtener beneficios sin tener ninguna obligación”.