La escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska cumple 80 años de vida y al mirar hacia atrás reflexionó: “Estoy agradecida por ser una mujer afortunada. Percibo el cariño de la gente, tengo tres hijos y 10 nietos, unos seres humanos muy completos y generosos. Vivo rodeada por una iglesia, la de San Sebastián, un limonero, dos jacarandas y muchas flores”.

 

La activista política y aristócrata nacida en París el 19 de mayo de 1932, “¿Qué son 80 años? Son un ‘gracias a la vida’, como la canción de Violeta Parra, y otro gracias para tanta gente que me ha acompañado a lo largo de los años, y tantos acontecimientos importantes sucedidos en este país, como el movimiento estudiantil, el movimiento ferrocarrilero y el terremoto de 1985”.

 

“Toda mi vida ha sido un gran privilegio, porque he escrito, que es lo que me gusta hacer y lo único que ya sé hacer”, subrayó la autora de obras literarias que han sido traducidas al inglés, francés y alemán. En medio de ese cúmulo de satisfacciones, dijo, como madre, que el mayor de sus logros ha sido tener tres hijos y luego 10 nietos.

 

“También la tenacidad, la continuidad y el no detenerme a medio camino es un logro. Otro, hubiera sido haber ido a la universidad; eso me habría dado una seguridad enorme”, añadió.

 

A pesar de ser ahora una persona adulta que ha tenido mucha suerte en la vida, “porque me ha ido muy bien”, Elenita, como le llaman sus seres cercanos, nunca pensó en sus años de infancia qué sería de grande. “No pensé siquiera que yo me iba a convertir en viejita; es un grave error verse en el espejo y no ver que la vejez ya viene”.

 

Tras la evocación, dijo que fue una niña con una madre bellísima, un padre también bellísimo, “héroe de guerra y hombre amoroso”. Tuvo un hermano que murió en 1968 a los 21 años de edad, y eso “representó un gran golpe para la familia, sobre todo para mis padres, quienes, sin embargo, nunca se quejaron”.

 

“En ´Novedades´ pasé muchos años. Recuerdo a un gerente, Fernando Canales, y a un compañero, Vicente Rojo, en un ambiente de cordialidad y gran apoyo aunque en mi época los periodistas eran muy borrachos; escribían sus artículos en las cantinas. ¡Realmente no sé cómo les salían, pero ahí los redactaban!”.

 

Y como el oficio del periodista nunca se acaba, y porque “escribir es lo que me gusta hacer y lo único que ya sé hacer”, reiteró, ahora está embarcada en una triple aventura literaria.

 

“Estoy trabajando en dos libros al mismo tiempo, y deseo hacer una novela sobre Lupe Marín, la segunda esposa de Diego Rivera”.

 

Señaló haberla entrevistado, lo mismo que a sus nietos, y ahora la recuerda con cariño porque “ella era una mujer extraordinaria”. Los títulos para esos tres libros aun no los tiene porque “siempre me salen como a la mitad del libro o hasta el final. Después de estos libros veré qué más tengo aun en el tintero”.

 

La autora de obras como “Tinísima”, “La noche de Tlatelolco” y “Lilus kikus”, contenta porque desde 2007 el Gobierno del Distrito Federal, a través de la Secretaría de Cultura, entrega el Premio Iberoamericano de Novela “Elena Poniatowska”, dotado de 500 mil pesos, aseguró que “con la edad me he vuelto mucho más autocrítica, escribo más lentamente, tacho mucho, me desespero”.

 

En cambio antes, añadió, “con la inconsciencia de la juventud y las prisas del periodismo activo, el jefe de redacción casi siempre estaba carrereándome y diciendo que era yo la última en entregar mis notas, que me apurara. Al otro día, yo decía que con más tiempo hubiera hecho algo mejor”.

 

Como decían los poetas decimonónicos, el tiempo transcurrió inexorable y ahora, la entrevistada está por cumplir 80 años y para festejarlos, expuso, “Rosa Beltrán, titular de la Dirección de Literatura de la UNAM me organizó un homenaje para el 14 de mayo”.

 

Finalmente, se dijo muy contenta por cumplir 80 años, porque no le falta ni una pierna, ni un brazo ni un ojo. “Siento mucha felicidad por estar viva y gratitud por ello, porque mucha gente que yo quise se fue injustamente: Mi hermano, mis padres, Carlos Monsiváis, Rosario Castellanos y muchos otros”