En época electoral y de crisis económica es muy importante tener en cuenta las expectativas de crecimiento del país, pero no de manera aislada, sino ubicadas en un contexto global. De esto depende en gran medida, la relevancia de ciertas políticas públicas que puedan traducirse en crecimiento y que, a su vez, este crecimiento pueda impulsar el desarrollo económico y social de México.

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó en abril su informe sobre perspectivas económicas, Las Américas: Reconstruyendo la flexibilidad y la fortaleza. Este informe da un panorama sobre las expectativas de crecimiento de América Latina para 2012 y 2013, con relación a los resultados obtenidos en 2011.

 

El enfoque es particularmente importante porque ubica las expectativas en un entorno global, que en Latinoamérica es de extrema importancia por la dependencia para con los mercados externos. También porque logra diferenciar el comportamiento de las distintas economías según las regiones a las que pertenecen y las actividades que predominan en su entorno.

 

A continuación se presentan los puntos más importantes y recomendaciones del estudio, con miras a que puedan ser una guía de los focos rojos que enfrentan hoy en día las economías de América Latina y, sobre todo, México.

 

La crisis económica a nivel mundial ha hecho que los patrones de crecimiento de los países se vean modificados. Es así como el crecimiento global se desacelera a finales del año 2011, porque, aunque parecía que los tiempos se habían calmado, los últimos meses del año encontraron al mundo escéptico sobre la posible estabilización de la crisis Europea y la fortaleza del crecimiento de Estados Unidos. Sin embargo, en los primeros meses de este año, la confirmación de la recuperación de Estados Unidos y la disposición de los gobiernos europeos a aplicar políticas más enérgicas, han ayudado a que la recuperación comience su curso y los mercados se vean más fuertes.

 

El FMI reporta que el crecimiento global en el año 2012 caerá a 3.5%, pero regresará el siguiente año a niveles de años anteriores, alcanzando el 4%. Este crecimiento lo seguirán liderando en una mayor parte las economías emergentes con un ritmo de 5.5 a 6% para 2012 y 2013 respectivamente; mientras que las economías avanzadas tendrán una tasa de crecimiento cercana al 1.25% en 2012 y 1.5% en el siguiente año. En casos específicos el informe prevé una leve recesión en Europa y confirma el inicio de la recuperación de Estados Unidos con un crecimiento de su economía de 2% para este año y el que le sigue.

 

Se informa que el crecimiento de América Latina y el Caribe continuará a la baja respecto del año 2010, en el que creció a 6.25%. Así, en 2012 presentará un crecimiento de 3.45%, mismo que repuntará en 2013 (4%), aunque seguirá siendo más bajo aún que el observado en 2011. Sin embargo, dentro de las implicaciones que el nuevo escenario global tiene para América Latina, el reporte destaca la ventana de oportunidad que se abre para algunos países de la región, en donde condiciones benignas como los términos de intercambios favorables y altos precios de las materias primas, tienen que ser aprovechados; logrando así parte de la consolidación de sus economías, misma que puede ayudar a fortalecer la respuesta ante shocks globales en el corto plazo.

 

Para otros países de la región, este escenario no parece aún tan favorable, como lo son aquellos que dependen del turismo y de las remesas.

 

Y aunque algunos países en América Latina, como los exportadores de materias primas, han logrado mantener su crecimiento, no es el caso de México. En el reporte se estima que para 2012 y 2013, el crecimiento del país sea cercano a 3.45%, crecimiento considerablemente menor al logrado en 2010 (5.5%). El informe detalla que los riesgos para México están fuertemente ligados a los riesgos que enfrenta Estados Unidos y a las tensiones en Europa.

 

Así mismo declara que “…el desafío de política económica consiste en encontrar la forma de liberar el potencial de crecimiento de México y generar empleo, abordando al mismo tiempo los retos fiscales a largo plazo derivados de la disminución proyectada de los ingresos del petróleo como porcentaje del PIB y las presiones relacionadas con el envejecimiento de la población. Para impulsar el crecimiento, México necesita avanzar en la aplicación de reformas estructurales orientadas a incrementar la productividad y fomentar la inversión”

 

En época de campañas, valdría la pena revisar si realmente se están planteando propuestas concretas y de fondo que lleven al país en esta dirección y puedan dar el salto entre estabilidad macroeconómica y crecimiento real.

 

Licenciada en Economía egresada de la Universidad Iberoamericana. Encargada de la coordinación general de proyectos en Contorno, Centro de Prospectiva y Debate. jespinosa@contorno.org.mx