Este tipo de delito siempre ha existido en nuestro país, pero ha tenido un gran auge a partir del 2005, año en el que empezaron a tener un gran cubrimiento mediático los grupos mas reconocidos al margen de la ley.

 

A partir del conocimiento nacional de estos grupos, las organizaciones delincuenciales dedicadas a la extorsión telefónica empezaron a suplantar a estos grupos, haciéndose pasar por ellos en cada extorsión telefónica.

 

El método más conocido era que una persona recibía una llamada al teléfono de su casa y le hacían creer que tenían secuestrado a un ser querido y a cambio de su libertad exigían como contraprestación bienes o dinero.

 

Posteriormente, le pedían a la persona su número celular, lo hacían salir de la casa y mediante engaños en todo momento lo hacían comprar dichos bienes o retirar dinero.

 

Entre 2005 y 2008 estos grupos pedían a las victimas a cambio de tranquilidad o liberación del ”secuestrado”, la compra de tarjetas telefónicas y posteriormente evolucionaron a obligar a las víctimas a la compra de tiempo aire y posteriormente al retiro de dinero para ser depositado en alguna de las tiendas que proveen este servicio.

 

En los casos en que pedían tarjetas telefónicas o tiempo aire era con el fin de utilizar dicho recurso para continuar cometiendo sus fechorías, principalmente desde el interior de los reclusorios.

 

Después de haber evolucionado en la consecución de dinero en efectivo, este era igualmente utilizado para otras fechorías y la subsistencia de los integrantes de las bandas.

 

Durante estos años también existió la modalidad del pariente que vive en Estados Unidos, que piensa viajar a visitarlos y días después llama el “pariente” a decir que tuvo un problema en la frontera o con migración o con la aduana y que por favor le depositen para salir del percance.

 

A partir de 2009, estos grupos evolucionaron obligando a las víctimas a conseguir dinero y ser depositado a nombre de algún miembro de la banda en tiendas o en cuentas o tarjetas de algunas entidades financieras.

 

En la actualidad han adoptado una nueva modalidad que consiste en llamar a la casa de algún incauto o desprevenido, le dicen que son del grupo “X”, que de ese número telefónico se hizo una llamada que permitió la captura de uno de sus compañeros y que necesitan que salga para que vaya a desistirse.

 

Otras veces le dicen al incauto que habla el comandante “Y” de alguna institución policial, que de ese numero se hizo una denuncia y que se vieron obligados a movilizar patrullas y hombres y que necesitan que vaya a la policía para para reconocer a los delincuentes capturados o para hacer un aporte económico, pues la movilización los hizo incurrir en muchos gastos.

 

Y en la más reciente: llaman a la casa de cualquier persona, le dicen que son de algún organismo policial, que se va a realizar un fuerte operativo en la zona, que salga de la casa y que deje el teléfono descolgado y la puerta abierta.

 

En estas tres ultimas modalidades, a la víctima le piden el número celular y le dicen que no hable con nadie mas que con ellos, le dicen que se aloje en un hotel de su preferencia o que de vueltas por la ciudad y que no se comunique con ningún familiar; mientras tanto le han pedido datos de sus seres queridos a quienes llaman y les hacen creer que su familiar esta secuestrado.

 

Reflexiones

 

Siempre llaman a un número fijo en busca de alguna víctima. Una vez que tienen a la victima convencida le piden el número celular para controlar sus movimientos y hacerlo salir de su casa u oficina en busca del dinero o bienes.

 

Son expertos en engañar a las personas y en sacarles información para llamar a sus seres queridos.

 

El arma de estos grupos es el terror que infunden mediante amenazas y la línea telefónica.

 

Las llamadas se dan en horario laboral y entre semana preferencialmente, cuando saben que las familias no están en casa y se encuentran dispersas en sus actividades cotidianas.

 

Las llamadas son aleatorias y nunca son dirigidas a una familia en particular, alguna de las fuentes para llamar a las familias son los directorios telefónicos.

 

En caso de un secuestro real no van a estar con usted al teléfono por más de 3 minutos

Utilizan la ingenuidad y el desconocimiento de los ciudadanos a su favor.

 

Recomendaciones

 

Haga caso omiso a cualquier amenaza.

Cuelgue la llamada y no vuelva a contestarles.

Llame de inmediato a su ser querido o envíele mensajes de texto.

Establezca una rutina de comunicación con sus familiares (al salir de la oficina, al salir a comer, al llegar o salir del cine, etcétera).

Comuníquese a los números de emergencia de cada estado o a los números de denuncia ciudadana y reporte el hecho.

No pague.