Con 64 trasplantes de hígado, corazón y riñón en lo que va del año el Centro Médico La Raza se encuentra en un nivel récord, toda vez que durante todo 2011 reportó 170 cirugías de este tipo.

 

Este hospital fue en 1988 el primero en México donde se realizó un trasplante de corazón. Jaime Zaldívar, su director general, destacó que este año se han encontrado con la sorpresa de que hay más donadores en todo el país, por lo que se lograron ocho trasplantes de corazón, tres de hígado y 53 de riñón.

 

En conferencia de prenda, el directivo recordó que actualmente la decisión final para que se haga la donación depende de la familia. Sin embargo, se observa que la información completa de cómo se hace la donación y la difusión de la historias de los beneficiados han servido para hacer conciencia en los mexicanos, quienes siempre “han sido solidarios”.

 

Alfonso Yamamoto, director general del área de trasplantes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), destacó que la tasa de donadores es de 4.6 por cada millón de derechohabientes, aunque hay zonas donde llega hasta 20.

 

La expectativa es incrementar esa tasa a por lo menos ocho donantes por cada millón de derechohabientes en los próximos años y garantizar la vida de otras personas que lo requieren.

 

Regalo de cumpleaños

 

El día que cumplió 26 años Cristal recibió como regalo el riñón que le hacia falta para seguir viviendo. Apenas el lunes pasado fue intervenida para trasplantarle el órgano,  después de ocho años de espera.

 

Después de ser diagnosticada con insuficiencia renal, la lista de espera era tan larga que debió continuar su vida a la par de las diálisis y una dieta rigurosa: terminó su carrera como licenciada en Educación Preescolar, hizo una maestría y tiene un diplomado en enseñanza inicial.

 

Enseñar a los niños a donar

 

“Los niños deben aprender que pueden dar vida, que es importante donar sus órganos cuando no los necesiten y deben crecer con esa actitud”, dijo Rosa María, quien recibió un corazón hace un par de meses.

 

Aunque sabe que es una decisión difícil y no toda la gente está dispuesta a hacerlo, aseguró que la gente se sensibiliza cuando conoce los casos y se da cuenta de la oportunidad que le dan a alguien más.

 

Por ello, la importancia de educar a todos, pero sobre todo a los pequeños sobre el valor de compartir y salvar no sólo una, sino varias vidas.
“Mi vida cambió porque dejé de estar pegada al tanque de oxigeno y por eso pido que se siga fomentando esta noble acción”.

 

Hijos en un futuro

 

Hace tres años Erika descartó la idea de tener un hijo debido a la enfermedad de Ebstein que padeció desde niña pero que nunca le fue diagnosticada, y que consiste una falla en las válvulas cardiacas que afectan el funcionamiento del corazón.

 

Después de un tratamiento, sus médicos decidieron que lo mejor era un trasplante. Afortunadamente sólo espero siete meses para encontrar al donador que le salvó la vida. “Estoy agradecida con la familia de la persona y ahora lo más importante es terminar mi carrera y tener bebés, eso me gustaría mucho”.