Como parte del proceso penal abierto por el caso del complot para introducir ilegalmente a México al hijo del dictador libio Muammar Gadafi, la defensa de los acusados solicitará al juez que se desestime toda la evidencia de la Procuraduría General de la República (PGR) en el caso, bajo el argumento de que fue obtenida ilegalmente por hackers del grupo Anonymous.
En entrevista con un medio de comunicación canadiense, el abogado de Cynthia Ann Vanier, acusada de ser la líder del grupo, criticó dichas pruebas al apuntar que provienen de personas que no son posibles de identificar ni citar en un juicio, y por tanto no pueden ser tomadas en cuenta.
Es la misma postura del representante legal del sueco Pierre Christian Flensborg, otro de los acusados, quien en entrevista con 24 HORAS sostuvo que toda la teoría del presunto “complot” se encuentra sostenida en una serie de correos electrónicos que Anonymous envió a la cuenta de la procuradora Marisela Morales.
La investigación de SIEDO señala que el año pasado, un grupo de personas de diversas nacionalidades elaboró un plan que consistía en extraer a Saadi Gadafi y a su familia de Libia, y traerlos a México con identificaciones falsas.
Por este asunto, el 10 de noviembre la PGR detuvo en la Ciudad de México a Vanier ya Flensborg, así como a sus cómplices, los mexicanos José Luis Kennedy Prieto y Gabriela Dávila Huerta. Todos fueron consignados a jueces penales, acusados de delitos como delincuencia organizada, tráfico de personas y falsificación de documentos.
Noel Almanza Mundo, abogado de Vanier, dijo en entrevista con el diario canadiense The Globe and Mail, que toda la lógica del caso fue armada por el Ministerio Público Federal a partir de los correos electrónicos que Anonymous extrajo de las cuentas de los involucrados, y que luego le envió a la PGR.
Apuntó que de acuerdo con las leyes en México, ese tipo de evidencia debe provenir de una persona plenamente identificable o de lo contrario, no puede considerársele en el juzgado.
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