En México ya no se fabrican martillos, llaves, marros, carretillas ni desarmadores, porque es más barato importarlos de China y Corea del Sur, dijo Rodrigo Alpizar, presidente del Congreso Mundial de Fundición.

 

“Durante los últimos años cerraron las 300 empresas dedicadas a la fabricación de esas herramientas de mano instaladas en el territorio nacional, debido que no pudieron competir con los bajos aranceles de esos países asiáticos”, señaló el empresario en conferencia de prensa.

 

Incluso, el producto terminado era más barato, que la materia prima usada para elaborar las piezas fundidas.

 

Por la desaparición de esas empresas fundidoras se perdieron aproximadamente seis mil empleos directos, que son de alta calidad y bien remunerados, así como se esfumaron 12 mil plazas de trabajo indirectas, añadió el también vicepresidente del sector metal-mecánico de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canancitra).

 

Anticipó que otras pequeñas y medianas empresas están en riesgo de esfumarse, especialmente las dedicadas a la manufactura de válvulas, conexiones, así como herrajes para muebles y casa habitación, que han sido golpeadas en sus ventas en el mercado mexicano.

 

El directivo puntualizó que en la década de los 80 las válvulas y conexiones eran fabricadas en el país. Sin embargo, actualmente ocho de cada 10 de esos productos en el mercado nacionales provienen del extranjero.

 

Actualmente en el sector de la fundición operan tres mil 500 compañías, la cuales generan una derrama económica anual de cuatro mil millones de dólares al año por la venta de metales como: acero, hierro, aluminio, cobre, entre otros.

 

Las empresas fundidoras enfrentan un fuerte reto, que es modernizarse y adoptar tecnología de punta a los procesos de producción y horneado, indicó Rodrigo Alpizar.

 

“Existe un retraso tecnológico de 25 años en las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo las pequeñas y medianas empresas requieren de inversiones que van desde los 300 mil millones de dólares hasta un millón de dólares para renovarse e implementar nuevos procesos de calidad”.