Ricardo Monreal luce decepcionado del proceso de selección de candidatos a diputados y senadores en las izquierdas donde, reconoce, “se impusieron las cúpulas de los partidos.

 

El coordinador de campaña de Andrés Manuel López Obrador considera el IFE debiera no permitir la “campaña turística” anunciada por Felipe Calderón; describe al Instituto como “diezmado, disminuido, con personalidades que no se atreven a enfrentarse al poder y que nos hacen suponer que no podrán con el proceso electoral”.

 

—¿Qué dirías de la actitud de los partidos frente a AMLO?

 

—La selección de candidatos fue un proceso difícil, muy polarizante, muy complicado. Lo que Andrés Manuel planteaba era que fueran los mejores perfiles, que se acudiera a  las encuestas que definieran al mejor posicionado y no se hizo así.

 

—¿Por qué?

 

—Porque hay dificultad en las dirigencias de los partidos, a nivel de cúpulas políticas. Andrés Manuel en esta ocasión no tuvo ninguna propuesta concreta. Es decir, de los 300 distritos, de los 64 senadores por mayoría, no propuso uno solo. La gente de Andrés no entró. Y te diría que si no se cuida por los partidos, puede haber un voto de castigo y sólo votar para presidente de la República. La figura que envuelve es la de Andrés Manuel; ellos, los partidos, saben que necesitan a Andrés Manuel para sobrevivir y para sacar el porcentaje de votación. Pero ya estamos en una etapa de darle vuelta a la página.

 

—Pero AMLO no quedó contento, hasta hipócritas los llamó.

 

—Ponle que no, pero finalmente respetó porque él sabe que ya no podemos ahondar.

 

—Pero por qué no intervino, ¿no tiene fuerza?

 

—No lo hizo porque, primero, si tú revisas las cartas que envió a los tres partidos en octubre, noviembre y diciembre son muy claras. Andrés preveía ese ejercicio de reparto sin que se tomaran en cuenta los perfiles que él proponía. Pero ha sido difícil por la composición de los partidos, sobre todo en el PRD con más corrientes. Fue muy difícil transitar.

 

—Pero tampoco PT y Convergencia respondieron

 

—También. Diría que unos más que otros…, finalmente estaban inmersos en una dinámica similar. Entonces, Andrés ha dicho ‘ya dejemos eso’, pasemos a la campaña y vámonos para adelante. Pero yo creo que hay algunos perfiles buenos.

 

—Pues sólo ustedes conocen las listas finales.

 

—¡Ni nosotros! Al final terminamos, cinco o seis de la mañana el día del registro, con dificultades entre partidos. Hace falta una recomposición en los partidos, una regeneración. Morena, en la mayor parte de los estados dijo: lo que nos interesa es la candidatura presidencial, ya no hagamos ruido que lastime. (Manuel) Camacho todavía no sabe si quedó…Mira, el único partido que le hizo caso a Andrés fue el PT, va César Yáñez para diputado.

 

—Se ve muy solo López Obrador.

 

—Andrés Manuel no está solo, pero obviamente los partidos harán su trabajo en torno a sus candidatos a diputados y senadores para lograr su registro y tener un porcentaje mayor que permitan diversas prerrogativas. A Andrés no le interesa esa parte, el objetivo fundamental de él es la transformación del país por muy subjetivo que suene. La estrategia que hemos diseñado es para caminar todo el comité de campaña, ya están trabajando todos en sus tareas. Yo soy el único que estoy viendo campaña y todavía estoy viendo lo de las listas, y todavía estoy viendo el tema de reconciliación entre los partidos para intentar que no se generen daños.

 

—Dicen que los “Chuchos” se la van a cobrar a AMLO y le van a decir: ‘ahí te ves’.

 

—Es una tesis que muchos sostienen y espero que no suceda así. Veo a (Jesús) Zambrano más moderado.

 

—Pero no tiene poder.

 

—Pues sí… De Movimiento Ciudadano la fuerza real es Dante; y en el PT, que quizás sea el único que esté muy cercano, Beto Anaya.

 

—Parten en tercer lugar, situación que parece irremontable a tres meses de la elección…

 

—Primero, no vamos a descalificar las encuestas; segundo, Andrés Manuel logró un objetivo que nos habíamos trazado: compactar a la izquierda. Y la izquierda si tú quieres es 22-23%. Ese 22 va a votar. Ahora vamos por el otro sector: clase media, empresarios, jóvenes.

 

—¿Con qué discurso, porque se ve que ya se atoró?

 

—Vamos a destacar dos cosas, que son los atributos que en todos los estudios de medición salen: honestidad (nadie se la combate) y experiencia en el ejercicio del poder. Y no vamos a polarizar al país porque está hecho pedazos.

 

—¿Cómo ves lo de la campaña turística que anunció el presidente?

 

—Es una campaña simulada con propósitos electoreros. No hay autoridad. El IFE debiera no permitirlo, pero está diezmado, disminuido, con personalidades que no se atreven a enfrentarse al poder y que nos hacen suponer que no podrán con el proceso electoral. Si no detienen este ímpetu, que por supuesto que influye en la elección, menos podrán vigilar el uso de recursos ilegales, la inseguridad de los candidatos, la presencia del crimen organizado y que se están convirtiendo en algunas zonas del país en los grandes electores de diputados y senadores.

 

—¿Qué hay de las amenazas a sus candidatos?

 

—¡Por todos lados nos están atacando!  Si Andrés estuviera tan abajo, ¿por qué atacarnos, para qué? No sabemos quiénes son. Presentamos varias denuncias, estamos en espera de que nos resuelvan y nos digan de dónde provienen las amenazas porque son signos ominosos para la legalidad y la objetividad y transparencia de la elección. Y hasta ahora, nosotros hemos sido los únicos recipiendarios de este proceso de agresión. Se trata de destruir a la izquierda, pero no lo van a lograr.