PARÍS. El presunto asesino de siete personas, tres de ellas niños, en el sur de Francia, que sigue acorralado en su domicilio de Toulouse, es un hombre de una extrema violencia que pensaba acabar ayer con la vida de otro militar y más tarde con dos policías, según informaron las autoridades judiciales.

 

Mohamed Merah, francés de origen argelino de 23 años controlado desde hace año por los servicios secretos por sus contactos con medios islamistas radicales, se ha definido como un muyahidín miembro de Al Qaeda y autor de las tres matanzas en Toulouse y Montauban en las que presuntamente asesinó a tres militares y a tres niños y a un profesor de un colegio judío.

 

El ministro del Interior, Claude Guéant, desmintió por la tarde de ayer, que Merah hubiera sido arrestado e indicó que prosigue el contacto con los negociadores, a quienes les habría revelado que planea entregarse en las próximas horas.

 

Guéant se encuentra en Toulouse al frente de la investigación del asesinato allí el pasado 11 de marzo de un militar, de otros dos en Montauban cuatro días más tarde y de tres niños y un adulto en una escuela judía de esa primera ciudad este lunes.

 

Hasta la región se desplazó también el presidente, Nicolas Sarkozy, para presidir en Montauban una ceremonia de homenaje a los tres militares, en la que instó a Francia a no ceder ante la violencia y a no vincular lo sucedido con la religión.

 

A ese acto acudieron también el primer ministro, François Fillon; el titular de Defensa, Gérard Longuet, y los principales candidatos a las presidenciales de abril y mayo, incluidos el socialista François Hollande y la ultraderechista Marine Le Pen, en un momento en el que la campaña electoral está suspendida por esos hechos.

 

La operación de la madrugada de ayer para capturar al presunto asesino conllevó la detención de otras personas, en particular su hermano Abdelkader, conocido también por su filiación salafista, y la madre de ambos.

 

La policía analiza el contenido de la cámara que se cree que Merah llevaba colgada del cuello cuando cometió los asesinatos, y según el fiscal jefe de París, François Molins, en las últimas horas se ha encontrado la moto que supuestamente utilizó para desplazarse.

 

A lo largo de la tarde se supo también que su hermano tenía explosivos en el coche que se le requisó después de ser detenido, pero no se facilitaron detalles sobre ese material porque está siendo objeto de análisis.

 

La prioridad de los agentes es capturar con vida a Merah, y en el operativo desplegado para detenerle se han evacuado, entre otros, el edificio en el que se encuentra, un inmueble de cinco plantas de la calle Sergent Vigné, y se ha establecido un perímetro de seguridad. El fluido eléctrico del barrio fue apagado a las 8 de la noche.

 

Poco antes, el ministro del Interior, Claude Géant, había declarado que el sospechoso, Mohamed Merah, había asegurado a los negociadores que se pensaba “entregar pronto”.

 

El joven, que se ha jactado ante los agentes de actuar en solitario y de haber “puesto a Francia de rodillas”, tiene según los investigadores un “perfil de autorradicalización salafista atípico”, que le llevó a efectuar dos viajes a Afganistán y Pakistán.

 

Merah, cuyo único lamento ha sido no tener tiempo de causar más víctimas, ha justificado sus acciones, de acuerdo con el fiscal, por la situación de los palestinos, la política exterior francesa, en particular por la intervención en Afganistán, y por la normativa de Francia sobre el uso del velo islámico.

 

El sospechoso trabajaba como mecánico en un taller de Toulouse y había sido condenado por delitos comunes una quincena de veces por el Tribunal de menores de esa ciudad, y pese a lo que afirmaron algunos medios de comunicación, los investigadores niegan que tratara de entrar en la Legión Extranjera en 2010. (EFE)