PARÍS. El primer ministro francés, François Fillon, negó que haya una coalición de dirigentes conservadores europeos contra el candidato socialista a las presidenciales francesas, François Hollande, aunque reconoció que las propuestas de éste no les han gustado.

 

Fillon, en una entrevista a la emisora de radio Europe 1, aseguró también que su Gobierno no había promovido un pacto de líderes contra Hollande, al que acusó por dar pábulo a esas hipótesis para “hacerse más grande de lo que es”.

 

El jefe del Gobierno de Nicolas Sarkozy, presidente conservador francés y candidato a su reelección, puntualizó que “es verdad” que el líder socialista no está cayendo bien con los anuncios de su programa, y lo ilustró con el primer ministro italiano, Mario Monti, de quien recordó que es “un técnico” y no un dirigente de derechas.

 

Monti -contó- “está imponiendo en su país un programa extremadamente duro y oye al otro lado de la frontera (en alusión a Hollande) que no es necesario (…) Cómo va a tener ganas Monti de recibir a François Hollande”.

 

Fillon respondía así la información del semanario alemán Der Spiegel, según el cual hubo un pacto entre la canciller alemana, Angela Merkel, con los jefes de Gobierno de España, Mariano Rajoy, Italia, Mario Monti, y el Reino Unido, David Cameron, para no recibirlo durante la campaña ante sus críticas al nuevo tratado europeo suscrito la pasada semana.

 

Hollande, poco antes del desmentido ayer de la cancillería alemana sobre la noticia de Der Spiegel, había comentado que no le impresionaba “que haya una alianza de los conservadores en favor de un candidato conservador en Francia, es natural”.

 

Por su parte, el candidato socialista a los comicios presidenciales franceses, François Hollande, dio hoy por hecho que los dirigentes conservadores europeos se han movilizado para ayudar a su gran rival, Nicolas Sarkozy.

 

“Ellos son conservadores, yo soy socialista. Están en su derecho de ayudar al candidato conservador. Hay como una solidaridad entre ellos”, dijo durante un mitin en la localidad de Nancy, donde aprovechó para defender que ese apoyo se produce porque han visto que Sarkozy “está en dificultades”.

 

Hollande no citó directamente a los jefes de Estado que apoyan a Sarkozy pero apuntó que les “deja hacer”, incluso si “quieren venir a Francia” para reflejar su apoyo directo al presidente.

 

El aspirante socialista indicó que apuesta por no interferir “porque puede que acabe trabajando con ellos”, pero dejó claro su deseo de que en el Consejo Europeo “haya más líderes progresistas”.

 

Hollande cerró la polémica afirmando que “al final son los franceses los que eligen” y frente a las acusaciones de Sarkozy, quien además de negar ese supuesto pacto le reprochó haber viajado poco y no saber que los líderes de la UE colaboran al margen de su color político, Hollande recalcó que él también tiene experiencia fuera de Francia.

 

“Quiero tranquilizar a los franceses sobre mi experiencia internacional. Durante muchos años he estado en cumbres internacionales”, añadió el candidato, quien resaltó que suma más de 25 años como representante político.

 

“Soy consciente de mis responsabilidades y de lo que nos espera”, añadió en esa intervención en Nancy, donde dijo que “el candidato saliente representa la ruptura”, mientras que él, según sus palabras, se presenta a los comicios de abril y mayo próximos como el aspirante “de todas las sensibilidades”. EFE