Los muertos por el incendio en la Granja Penal de Comayagua, zona central de Honduras, aumentaron a 357, informó hoy un portavoz del Hospital Escuela, quien indicó que la nueva víctima es Óscar Mencía, de 24 años.

 

Agregó que Mencía, quien sufrió graves quemaduras, falleció la noche del viernes, y que otros dos pacientes, a los que no identificó, están en situación muy delicada.

 

El viernes también murió en el Hospital Escuela Nery Ricardo Gómez, otro de los que sufrió graves quemaduras en la peor tragedia penitenciaria que ha vivido el país centroamericano.

 

Una de las 357 víctimas del siniestro de la cárcel de Comayagua es Katy Figueroa, quien el martes se había quedado en la prisión acompañando a su marido, el nicaragüense Jaime William Aguirre, uno de los supervivientes de la desgracia que llevaba muchos años viviendo en Honduras, según indicó una hermana suya, María de Jesús López.

 

Aguirre, según versiones que hoy reproducen medios locales de prensa, dijo que su mujer se le “quemó” en el devastador incendio, cuyas causas hasta ahora se desconocen.

 

“Ella se me quemó ahí, ella quedó atrás, es que la metí en la pila porque nadie nos ayudaba y después la quise sacar pero ya no pude” , añade el dramático relato de Aguirre, otro de los lesionados remitidos al Hospital Escuela.

 

Aguirre afirmó que él no sabe de un proyecto de fuga de reos que se estuviera tramando en la prisión el día del incendio, como extraoficialmente han indicado algunos medios locales citando fuentes anónimas, pero que los guardias no los auxiliaron, sino que más bien les disparaban.

 

“Lo que sí sé es que nos tiraron a matar, no solo escuché los disparos, los sentí, nos tiraban a pegar” , según una declaración de Aguirre reproducida por el diario El Heraldo. (EFE)