El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Guadalupe Acosta Naranjo, informó por escrito al Pleno sobre la denuncia que presentó ante la PGR por presunto espionaje en San Lázaro.

 

En el documento, se señala que el 22 de enero pasado la empresa privada contratada para investigar el supuesto espionaje, revisó 91 líneas telefónicas, y la extensión 4319 “tenía un cable pelado por conexión de caimán”.

 

Destaca que estarían intervenidas varias oficinas, incluidas las del diputado del PRI por Chihuahua, Guillermo Márquez Lizalde.

 

Márquez Lizalde es secretario de la Comisión Especial encargada de estudiar, analizar, evaluar y supervisar el funcionamiento de aduanas, puertos y aeropuertos nacionales, en relación con la entrada ilegal, tráfico y contrabando de armas, estupefacientes y sustancias adictivas.

 

EL texto publicado en la Gaceta Parlamentaria se describe que en las conexiones del Site, que es la central de líneas telefónicas, de la extensión 8357, correspondiente a la Mesa Directiva, se encontraba manipulada, “dejando puntas de soporte aislante”.

 

Asimismo, se añade que en las oficinas de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que ocupa el perredista Armando Ríos Piter, se encontraron “líneas telefónicas con interferencia o escucha en el sitio. También se encontró un dispositivo de audio utilizado para escuchar conversaciones privadas”.

 

El informe da cuenta de los acontecimientos, desde el 20 de diciembre de 2011, fecha en que la Presidencia instruyó una revisión de seguridad y protocolo en las instalaciones de San Lázaro, donde se desprenden indicios de la intervención de varias líneas telefónicas en oficinas de San Lázaro.