LONDRES. El príncipe Guillermo, nieto de la reina Isabel II de Inglaterra, emprendió ayer un viaje a las Malvinas en medio de la tensión entre el Reino Unido y Argentina por la soberanía de esas islas del Atlántico Sur.

 

Según revela hoy el periódico “The Times”, el duque de Cambridge, de 29 años, viajó en un avión de la Real Fuerza Aérea (RAF), que tardó 18 horas en llegar hasta las islas tras una breve escala en la isla británica de Ascensión, en el Atlántico.

 

El príncipe, segundo en la línea de sucesión al trono británico, aterrizó en la base aérea de Mount Pleasant y se puso a trabajar inmediatamente en uno de los dos helicópteros de rescate que están disponibles las 24 horas del día para labores de rescate.

 

Sobre la presencia del príncipe en las islas, un portavoz del Ministerio británico de Defensa dijo que el duque es tratado como cualquier otro miembro de las fuerzas armadas, por lo que no podía facilitar de momento detalles del viaje.

 

No obstante, está previsto que el Gobierno británico divulgue una foto del príncipe días después de su llegada a las Malvinas.

 

La presencia de Guillermo es vista por Argentina como un acto de provocación, ya que se produce meses antes de cumplirse los 30 años de la guerra de las Malvinas, que empezó después de que los militares argentinos ocuparan las islas el 2 de abril de 1982 y terminó el 14 de junio de ese año con la rendición argentina.

 

El Reino Unido anunció ayer que enviará en los próximos meses a las Malvinas uno de sus buques de guerra más modernos, el destructor “HMS Dauntless”, Tipo 45, si bien ha dejado claro que el despliegue estaba planificado desde hace un año.

 

Pese a todo, el envío del buque -equipado con misiles antiaéreos de alta tecnología Sea Viper- coincide con la “subida de tono” de la retórica de Londres y Buenos Aires por la soberanía de las islas, reclamadas por Argentina desde enero de 1833.

 

Las relaciones angloargentinas atraviesan por un momento de fuerte tensión, especialmente desde que varios países latinoamericanos decidieron bloquear la entrada a sus puertos de barcos con bandera de las islas del Atlántico Sur.

 

Hace dos semanas, el primer ministro británico, David Cameron, informó al Parlamento de que había convocado al Consejo Nacional de Seguridad de su país para tratar la situación en el Atlántico Sur y acusó a Argentina de “colonialismo” por reclamar la soberanía.

 

En respuesta a esta afirmación, el Gobierno argentino consideró “ofensiva” la declaración de Cameron, quien insiste en respetar la voluntad de los isleños de mantener la soberanía británica. EFE