El reparto de candidaturas a jefes delegacionales ha puesto fin a la luna de miel del PRD en la capital del país.

 

Los grupos que conformaron la planilla 22 (Armando Quintero, Mauricio Toledo, Víctor Hugo Lobo y Alfredo Hernández Raigosa) se han sumado en un bloque con Nueva Izquierda, que lidera Julio César Moreno, y la Red por la Unidad de las Izquierdas, que encabeza Gilberto Ensástiga, para generar un contrapeso y “blindar” sus territorios de René Bejarano, líder de la corriente perredista Izquierda Democrática Nacional (IDN).

 

El nuevo bloque de izquierda aprovecha que IDN vive la peor crisis de su historia por la definición de los candidatos a delegados en los territorios que gobiernan: Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Álvaro Obregón y Tlalpan.

 

En las cuatro delegaciones bejaranistas se han desatado conflictos porque los delegados pretenden imponer a sus delfines.

 

El primer desencuentro entre ambos bandos se dio previo al consejo estatal y ahí el nuevo bloque logró impedir a Bejarano que se aplicaran encuestas en las 16 delegaciones y dejar la mayoría de los territorios al acuerdo político.

 

Posteriormente, el martes pasado, al instalar la Comisión de Candidaturas en el PRD DF, el bloque se impuso para que no se formara una subcomisión y sigan presentes en las negociaciones todos los liderazgos.

 

Sin embargo, de acuerdo con perredistas, la creación del bloque es un arma de dos filos porque puede facilitar las negociaciones entre Bejarano y Ebrard para evitar rupturas.

 

Alejandro Sánchez Camacho, integrante de IDN, aseguró que hasta ahora no se ha logrado superar en varios equipos la división por las candidaturas.

 

“Observamos ya en los registros que en algunas delegaciones van hasta más de dos de la misma expresión. Entonces será un trabajo de los liderazgos de estos equipos solventar está dificultad”, afirmó.

 

Sánchez Camacho precisó que una vez que se den estos acuerdos se abrirá la negociación con los diversos equipos que componen las fuerzas políticas en la ciudad.

 

Aseguró que IDN ya puso sobre la mesa la necesidad de hacer encuestas para destrabar los conflictos.

 

“Que se aplique la encuesta en las 16 delegaciones no evita el acuerdo, porque una vez que tengamos los resultados de las encuestas se tiene que hacer el acuerdo, hay que resolver las diputaciones locales y las federales”, dijo.

 

El diputado federal Agustín Guerrero, quien aspira a la delegación Cuauhtémoc, afirmó que todas las jefaturas delegacionales deberán ser avaladas por Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador porque se necesitan perfiles competitivos para no poner en riesgo el triunfo de las izquierdas en la ciudad.

 

“Es necesario ir a la encuesta para que nos permita tener el mejor perfil para candidatos porque no tenemos el triunfo en la bolsa”, afirmó.

 

Añadió que los jefes delegacionales que intenten imponer a sus delfines tendrán que respetar el resultado de las encuestas.

 

“Ya sabían que esta sería la ruta porque así se aprobó desde 2009.

 

Ninguno de los designados de los delegados tiene posibilidades en las encuestas y sería un error poner una cuota”.