La desconfianza de Guadalupe Acosta Naranjo, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, lo llevó a descubrir que en su teléfono había dispositivos para interceptar sus comunicaciones, desde los más simples alambres hasta elementos sofisticados.

 

“No eran chupones o los artefactos esos que ustedes les dicen caimanes, eran cables, que comenzaron a revisar los de resguardo y dio como resultado que, presuntamente, y digo presuntamente, porque eso le toca a la autoridad determinarlo, son para espiar”, comenta el legislador nayarita.

 

Acosta Naranjo dice que su desconfianza es “un problema que a lo mejor usted puede considerar muy personal, soy muy desconfiado”. Cuenta que el origen de su denuncia en el sentido de que la Cámara de Diputados está sometida a espionaje fue su regreso de vacaciones, cuando pidió hacer remodelaciones en su oficina y encontró los dispositivos de escucha.

 

“Bueno, eran artefactos de tecnología avanzada pero no te puedo decir cuáles eran, hay de todo, cables desde la más alta tecnología hasta los más rudimentarios”.

 

Entrevistado en el basamento del Palacio Legislativo de San Lázaro, mientras camina a zancadas rumbo a su camioneta, confesó haberse sorprendido, al grado de sentir que se estremecía: “me estaban espiando y eso siempre incomoda y preocupa”.

 

Dentro de las primeras averiguaciones, explica, y para sustentar la denuncia presentada ante la Procuraduría General de la República, por una semana se llevó a cabo la revisión del cableado descubierto, que llegaba hasta el conmutador y zona de telefonía, donde se encuentra el servidor de internet y encontraron “miles y miles de cables interconectados entre oficinas, con esos elementos llegamos a la conclusión de poner una denuncia de hechos”.

 

El ex candidato al gobierno de Nayarit dijo no ser experto en la materia “pero se solicitó la presencia de conocedores y poco a poco en la revisión del conmutador y los sistemas de comunicación, descubrimos lo que ya les informé, elementos robustos para determinar que se está cometiendo un delito contra la institución”.

 

Por eso la determinación de recurrir a las autoridades de procuración de justicia: “queremos que se llegue hasta el fondo de las investigaciones; no sabemos desde cuándo se tienen estos artefactos, cuánto tiempo atrás se ha espiado, grabado, vigilado a los legisladores, no es sólo a un partido, a un diputado, es en diversas oficinas de todos los grupos parlamentarios”.