COLUMBIA, Carolina del Sur. Con su sorpresiva victoria en las primarias de Carolina del Sur del sábado por la noche, Newt Gingrich le dio un vuelco a su campaña pese a que estuvo dos veces al borde del colapso y se reactivó nuevamente como posible rival del presidente Barack Obama en los comicios de noviembre.

 

Gingrich, un orador fogoso que fue presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, deshizo cómodamente la impresión de que Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts, podría adjudicarse una victoria en las primeras elecciones primarias del sur del país y volverse el gran favorito para la nominación republicana.

 

Hasta ahora, tres aspirantes republicanos han ganado, cada uno, una de sus primeras competencias internas: el ex senador de Pennsylvania Rick Santorum derrotó a Romney en Iowa. Romney se recuperó luego para ganar holgadamente en Nueva Hampshire y amenazaba a sus rivales con avanzar sólidamente de cara al enfrentamiento en Carolina del Sur.

 

Gingrich, sin embargo, tuvo quizás uno de sus mejores debates el jueves por la noche, haciendo que en Carolina del Sur ganara por un margen de 41 a 27 sobre Romney, quien hasta ahora era considerado como el precandidato más con probabilidades de enfrentarse a Obama.

 

En su discurso triunfal, Gingrich elogió a sus rivales republicanos y en cambio atacó a Obama y las “elites en Nueva York y Washington”.

 

Obama es “el presidente más eficaz en repartir beneficencia en la historia”, dijo, “y yo quiero ser el mejor presidente de la historia estadunidense en pagar salarios”.

 

Gingrich aventajó por un amplio margen entre la densa población de conservadores de Carolina del Sur, entre seguidores del movimiento conservador Tea Party y entre quienes profesan el cristianismo evangélico.

 

Por primera vez en todo el año, Romney retrocedió entre los electores que consideraron más importante escoger a un aspirante que pudiera derrotar a Obama en noviembre. Gingrich consiguió la ventaja con el respaldo de esos votantes.

 

Sin embargo, Romney no se amilanó. Prometió disputar cada voto “en cada estado” y lanzó un ataque vigoroso contra Obama y Gingrich.

 

Rabia

Con respecto a las críticas de Gingrich a su experiencia como empresario, Romney dijo: “cuando mis oponentes atacan el éxito y la libre empresa, no sólo me atacan a mí, atacan a cada persona que sueña con un futuro mejor. Los atacan a ustedes”.

 

Sin embargo, según Gingrich, el mensaje de los votantes de Carolina del Sur ha sido doble: por un lado, el “dolor” y “sufrimiento” por el “tremendo” nivel de desempleo y por, otro, el “nivel de rabia” contra el sistema establecido.

 

Preguntado sobre el escepticismo hacia su candidatura, Gingrich reiteró que sólo él puede vencer a Obama y que, de cara a las primarias de Florida el próximo 31 de enero, los votantes tendrán la opción entre Romney, candidato del “establecimiento”, y el “conservadurismo populista de Reagan” que él representa.

 

Ese mismo mensaje llevó a un programa de la cadena CBS, en el que dijo que sólo él tiene la experiencia, el historial y la capacidad de “transmitir un mensaje conservador con autenticidad”.

 

Gingrich, Romney y Santorum competirán ferozmente en las primarias de Florida en ocho días. Ron Paul ha decidido obviar esas primarias para centrarse en los “caucus” (asambleas populares) de otros estados.

 

La Convención Nacional Republicana, de la que saldrá el candidato que se opondrá a Obama en las presidenciales de noviembre, tendrá lugar en Tampa (Florida) a finales de agosto.

 

Por ahora, Romney lleva 31 delegados, cinco más que Gingrich, antes de llegar a Florida, que cuenta con 50 delegados, del total de mil 144 que se requiere para lograr la candidatura presidencial. ( AP Y EFE)