Las labores de rescate en el crucero Costa Concordia, encallado frente a la isla italiana de Giglio, fueron suspendidas por segundo día a causa del mal tiempo, con un balance provisional de 11 muertos y 28 desaparecidos.

 

Según los servicios de socorro, las condiciones del mar impedían por la mañana del miércoles el trabajo de los buzos, que durante la madrugada intentaron sin éxito colocar microcargas de explosivo para abrir paso hacia el interior de la nave y buscar cuerpos.

 

Precisaron que el objetivo era llegar a unos 18 metros de profundidad, específicamente al puente 4 donde el martes fueron localizados cinco cadáveres. Sospechan que ahí podría haber otros cuerpos, pues era la zona en la que se cruzaban todos los pasillos de evacuación de la nave.

 

La prefectura de la ciudad de Grosseto actualizó a 28 el número de desaparecidos, de los cuales hay 13 alemanes, seis italianos, cuatro franceses, dos estadunidenses, un húngaro, un peruano y un indio.

 

Las víctimas mortales son 11, incluidos dos franceses, un italiano, un español, un peruano y seis cuya nacionalidad no ha sido confirmada. En tanto, el capitán del barco, Francesco Schettino, fue puesto bajo arresto domiciliario la víspera por decisión de la juez de indagaciones preliminares del Tribunal de Grosetto.

 

La fiscalía de la misma ciudad, que acusa a Schettino de homicidio culposo múltiple, naufragio y abandono de la nave, pedía su detención en la prisión, mientras su abogado había solicitado su liberación.