El Parlamento Europeo (PE) expresó hoy su desacuerdo respecto al nuevo pacto fiscal acordado por 26 países de la Unión Europea (UE) en su intento por superar la actual crisis de la deuda soberana.

En una resolución aprobada por 521 votos a favor, 124 en contra y 50 abstenciones, los eurodiputados expresaron sus dudas sobre la necesidad de dicho acuerdo intergubernamental.

Los parlamentarios consideraron que el objetivo del pacto, de reforzar la unión económica en la zona del euro, “puede alcanzarse de forma más adecuada y eficaz” a través de la actual legislación europea.

También advirtieron que la disciplina presupuestaria “no generará, por sí sola, una recuperación”.

Por ello, defienden que el acuerdo incluya un “compromiso para la adopción de medidas de impulso a una mayor convergencia y competitividad”, como propuestas para un fondo de amortización y obligaciones relacionadas con proyectos.

Además, piden una hoja de ruta para la futura introducción de bonos de deuda a nivel europeo y de un impuesto sobre las transacciones financieras.

“No lograremos estabilidad para el euro con este pacto y la austeridad no llevará al crecimiento. El pacto también fortalece la integración europea sin consultar a la opinión pública”, afirmó el diputado danés Soren Bo Sondergaard.

Para el diputado francés Daniel Cohn Bendit, el nuevo pacto fiscal “no es la respuesta que la crisis necesita” y “ni siquiera los mercados han sido convencidos por él, porque lo que quieren es una política económica convincente”.

La resolución parlamentaria también advirtió que el acuerdo intergubernamental, tal como está diseñado en el último borrador, podría presentar “problemas potenciales de falta de responsabilidad democrática”, ya que excluye al PE de la toma de decisiones.

Para atajar ese problema, los diputados abogan porque el contenido del pacto sea integrado al Tratado de Lisboa en el plazo máximo de cinco años.