El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, consideró que 2011 fue un año de altibajos y claroscuros para su partido, pero hacia los últimos meses las cosas se lograron equilibrar, luego de la elección de Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial.

 

En entrevista, el líder perredista dijo que el año inició bien con la elección en Guerrero, el 30 de enero, pero las divisiones internas en los meses posteriores contribuyeron a que se registraran algunos fracasos y descalabros, como en los comicios del Estado de México y Michoacán.

 

Empero, agregó, las cosas lograron recomponerse en los últimos meses del año, ya que la elección de Andrés Manuel López Obrador unificó a los militantes perredistas.

 

Zambrano Grijalva comentó que al recuento de las derrotas electorales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se sumaron las de Baja California Sur, donde las confrontaciones internas tuvieron mucho que ver, así como los procesos de julio pasado, en el Estado de México, Coahuila y Nayarit.

 

Aunado a ello, el presidente nacional del partido del sol azteca recordó las dificultades para renovar la dirigencia nacional del partido, proceso en el que se dieron algunos zipizapes.

 

Sin embargo, recalcó que los conflictos por su elección y la de Dolores Padierna como secretaria General no llegaron a mayores, ni terminaron en el Tribunal Electoral federal, como ocurrió con la selección de la anterior dirigencia, cuando Jesús Ortega le ganó a Alejandro Encinas.

 

En el recuento de lo sucedido durante el año que termina, Zambrano se destacó a sí mismo como factor de cohesión y reconciliación, al poner por delante la necesidad de “la unidad interna como divisa fundamental y condición para que pudiéramos seguir avanzando adecuadamente”.

 

Consideró que ello les permitió también transitar esencialmente en la toma de algunas definiciones, como el Congreso Nacional para establecer una reforma estatutaria y, junto con ello, el método para la selección de la candidatura presidencial.

 

El líder perredista reconoció que pese a que superaron esa problemática, el PRD tuvo que enfrentar otros dos desafíos: la resolución del Tribunal Electoral que obligó a realizar elecciones internas en medio de los preparativos de la contienda en Michoacán y el posterior descalabro en esa entidad.

 

Tras reiterar que, en su opinión, la de Michoacán no es una historia acabada, subrayó que los perredistas lograron cerrar filas y competir de cerca con los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).

 

Además, Jesús Zambrano insistió en que hacia el cierre del año el panorama mejoró, con la clara definición rumbo a la elección de la Presidencia en 2012, gracias al compromiso de Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard para llevar como abanderado al mejor posicionado en las encuestas.

 

Está claro que fue una gran definición, y tan es así que el Consejo Nacional del PRD no la objetó para nada, y desde luego “pudimos cerrar filas en torno de Andrés Manuel”, afirmó.

 

Asimismo, enfatizó que aún con el proceso de renovación de los órganos internos del partido, no hubo mayor dificultad para culminar la designación de los nuevos consejeros y congresistas, los cuales definirán quienes serán los candidatos que competirán por el Congreso y demás puestos en 2012.

 

Zambrano Grijalva sostuvo que en esas condiciones su partido podrá enfrentar con éxito las elecciones en Tabasco, Morelos y Chiapas, incluso en Jalisco, donde hay oportunidades de competir y obtener resultados positivos.

 

Finalmente aseguró que el hecho de que el PRD haya perdido la elección de Michoacán no significa que su suerte esté echada y que, por ende, perderán las elecciones federales que se llevarán a cabo el 1 de julio de 2012. (Con información de Notimex)