La ignorancia demostrada de Enrique Peña Nieto ante los corresponsales del diario español El País sobre el monto del salario mínimo en México, no es una “confusión” más, como calificó vía Twitter a su dislate en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

 

Esto es otra cosa. A pregunta expresa de los periodistas Luis Prados y Salvador Camarena –según relata la propia nota de El País– el candidato presidencial priísta suspendió la entrevista “al preguntársele por el monto del salario mínimo que él tasa en 900 pesos al mes cuando para 2011 ronda los 1,740”.

 

Qué enorme diferencia entre aquel autor de “México, la gran esperanza” que en sus ocho capítulos hace un diagnóstico preciso y certero sobre la situación de la economía nacional con todo lujo de detalles analíticos y de cifras comparadas, con la del político que se supo de rodillas frente a una respuesta básica y elemental para cualquiera que aspira a gobernar a millones de obreros que ganan un salario mínimo mensual.

 

No es un error más. En el capítulo 5 titulado “Un México sin pobreza” Enrique Peña Nieto analiza a detalle la desigualdad, la pobreza, la precariedad de los salarios y la insuficiencia de la política pública actual, apoyándose en 42 citas bibliográficas y documentales de decenas de prestigiados autores, estudios y cifras especializadas producidas por organismos públicos como la OCDE, Coneval, INEGI, PNUD, OIT, ONU, entre otros; que nos hacen preguntar si el autor de un libro reciente como éste, puede no conocer un dato básico para su análisis, como el del monto del salario mínimo en México.

 

Hasta aquí tendríamos que asumir que el libro fue escrito por sus asesores y amigos, y que Peña Nieto se limitó –quiero pensar- a discutir las ideas y, claro, a firmarlo. No hay novedad en que otros hayan fabricado su libro, como en que él estuviera dispuesto a firmarlo sin conocer su contenido a fondo.

 

Si esto es así entonces habría que preguntarse si importa que un candidato a la presidencia de la República llegue a asumir el liderazgo del país con tal nivel de ignorancia y de falta de credibilidad, bajo el riesgo de elegir a una marioneta movida por intereses desconocidos para el electorado.

 

Aquella crítica de sus enemigos de que es un candidato fabricado que no sabe actuar sin guión, comienza a tomar cuerpo en sus primeras incursiones electorales y, de seguir así, le será difícil sostener explicaciones a sus ‘confusiones’ o ‘errores’.

 

Como dice John Maxwell cuando se trata de liderazgo no se puede dar el lujo de gastar más de lo que se ha recibido porque pronto el liderazgo se habrá esfumado de las manos.

 

 

SÍGALE LA PISTA…

Apenas hace unos días hacíamos notar el fuerte incremento que han sufrido los precios al productor. Pues bien ayer el gobierno del Distrito Federal anunció un incremento de 12% en las tarifas de taxis de la ciudad y ya algunas escuelas y universidades particulares han aplicado incrementos superiores al 8% en las colegiaturas a partir de enero próximo. Las alzas anunciadas no están respondiendo a la evolución en la tasa del índice nacional de precios al consumidor, sino a las expectativas y a los incrementos aplicados por sus proveedores.

 

 

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