Después de seis años, el metrobús en la Ciudad de México empieza a mostrar deficiencias, especialistas mencionaron que está al borde del colapso debido a la excesiva demanda, sobre todo en las líneas 1 y 2.

 

A pesar de que la demanda está rebasando la capacidad del servicio, la implementación de esta opción de movilidad en diferentes ciudades del país aumentó en 246% la eficiencia del transporte público, reveló un análisis presentado por distintas organizaciones civiles y educativas.

 

“La mala movilidad es un lastre para la competitividad y la calidad de vida en las ciudades. Tan sólo en la Zona Metropolitana del Valle de México, la movilidad deficiente ocasiona pérdidas anuales por más de tres mil pesos a cada trabajador”, aseguró Gabriel Tarriba, consultor del Instituto Mexicano para la Competitividad, que elaboró el análisis en coordinación con El Poder del Consumidor y Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas del Instituto Politécnico Nacional (UPIICSA-IPN).

 

En el país existen 10 sistemas BRT (Bus rapid transit o mejor conocidos como metrobuses o sistemas de transporte de carril confinado).

 

En general esta red, según el estudio, aún no alcanza su máximo nivel de eficiencia en materia de integración tarifaria, grado de saturación en las estaciones, velocidad, frecuencia del servicio, seguridad vial y personal, profesionalización del sistema, accesibilidad y confort al interior de los autobuses e información al usuario.

 

El estudio que incluye los sistemas BRT del DF, Valle de México, León y Guadalajara, reveló que las líneas 1 y 2 del Metrobús en la capital del país están a punto de colapsar por la saturación de pasajeros, el exceso de unidades que se han debido agregar a las rutas y el periodo de paso (de hasta 25 minutos entre una unidad y otra).

 

En el caso del DF, el sistema traslada al día 650 mil personas que se concentran mayormente en las líneas 1 y 2. Su capacidad está rebasada por la saturación de unidades que deben tener una frecuencia de paso de entre 3 y 5 minutos, pero en ocasiones se atoran en los andenes, tienen tráfico lento (menos de 25 km por hora que es la velocidad permitida para este sistema) y provocan retrasos entre los usuarios.

 

“En el DF el transporte público deficiente (por los retrasos que genera) representa aproximadamente 2% del Producto Interno Bruto”, Señaló Tarriba.

 

En el caso del Mexibus, que corre de Ciudad Azteca a Tecamac, en el Estado de México, planeado para transportar 125 mil personas todos los días, ha logrado reducir el tiempo de traslado de sus usuarios hasta 300%, pero ya son 260 mil personas las que lo usan por lo que su capacidad ya quedó rebasada.

 

Sobre los resultados que arroja el análisis sobre el Optibús, en León Guanajuato, y el Macrobus, en Guadalajara, Gerardo Moncada, coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor, destacó que “todas le quedan a deber al usuario”.

 

Para superar las deficiencias que hasta ahora presenta el sistema BRT en el país, el análisis sugiere: comunicación con los usuarios antes, durante y después de la implementación de alguna nueva ruta, reprogramas los servicios para elevar su frecuencia de paso y aumentar la oferta de autobuses, así como implementar carriles de rebaso.

 

Esta evaluación se realizó entre los meses de agosto y septiembre en las horas pico y en las ciudades ya mencionadas.