El riesgo del narcotráfico y el crimen organizado está en todas partes y en todas las instituciones, y no hay una en México que esté al margen de ello, sostuvo Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial del PAN.
 
En entrevista, el también ex senador insistió en que “no hay ninguna institución, por sagrada que sea, que no tenga riesgo de que se infiltren de manera perversa los señores del crimen organizado”.
 
El panista manifestó respeto a las opiniones vertidas por Enrique Peña Nieto, virtual candidato presidencial del PRI, quien calificó de preocupante que el presidente Felipe Calderón pretexte la inseguridad para descalificar el resultado de la elección de Michoacán.
 
Dijo que Peña Nieto está “en todo su derecho de criticar lo que le parezca mal, como también tiene derecho Calderón para hacer las afirmaciones que ha hecho, sobre todo porque ha ofrecido las pruebas”.
 
Resaltó que quien acusa debe probar y que el presidente de la República presentó pruebas que son públicas como desplegados y los audios que se han escuchado en muchas partes.
 
Fernández de Cevallos consideró inocente o engañoso pensar que el crimen respetará el ámbito de la política, más aún cuando todo lo que se disputa en ella de alguna manera le incumbe para bien o para mal.
 
Por otra parte, señaló que el problema de México como país, como pueblo, como nación, es que “enfrenta una pérdida de valores éticos y cívicos que ponen en desgracia total a las sociedades de nuestro tiempo y hacen imposible asegurar razonablemente un futuro mejor”.
 
Planteó que se debe ir al fondo de encontrar el cómo resolver los problemas de fondo y “hoy muy pocos se sienten comprometidos a corresponder su pensamiento con su palabra y su palabra con su acción. Por eso no nos podemos entender fácilmente en la política”.
 
Diego Fernández de Cevallos expuso que en la vida social se tolera al mentiroso constantemente y se abusa en tratos y en contratos, se le acepta, se le reconoce y a veces se le considera inteligente y audaz.
 
En tanto en la vida política se observa que si el abusivo y el cínico hace obra pública sigue teniendo consideraciones y afectos sociales, salvo que los medios de comunicación lo desnuden, porque entonces empieza a caer en desgracia.
 
“Pero mientras pueda con cinismo, con descaro y bailoteo hacer de las suyas con el patrimonio de la gente no pasa nada porque para eso se tiene el poder, para ejercerlo no para responder de él”, subrayó.
 
Refirió que en la política mexicana cualquiera puede despreciar a todos y a todo, y después presentarse en campaña como segunda edición de Teresa de Calcuta, claro, corregida y aumentada”.
 
De ahí que “lo único que nos queda es una gran cruzada nacional para rescatar esos valores en lo educativo y cultural para que las familias, las escuelas, sindicatos, universidades, iglesias y todas las instituciones rescatemos el valor de la palabra y el sentido del honor”, externó el panista.(Notimex)