El discurso de Felipe Calderón el martes pasado, en el acto de homenaje a los panistas recientemente fallecidos, fue mucho más que una fuerte denuncia sobre la injerencia del narcotráfico en los comicios de Michoacán. Detrás del discurso del presidente, hay una serie de mensajes que llevan dedicatoria específica para el PRI y para varios priistas. Cuando Calderón se pregunta “¿a quién perjudica la injerencia del crimen en los procesos electorales?”, él mismo se responde: “Al PAN”, y cuando se pregunta “¿a quién beneficia” (el crimen y el narco) en la política, no lo dice, pero la alusión al PRI, que ganó los comicios michoacanos, es bastante clara.

 

La vehemencia con la que ese discurso fue pronunciado, en un acto netamente partidista, llevaba una fuerte carga de advertencia y un mensaje muy claro: “como Presidente de la República no puedo quedarme callado ante eso. He sido prudente, he tratado de ser sensato pero no puedo quedarme callado ante algo grave que ocurre”.

 

Calderón también pidió a los panistas que no se queden callados y al resto de los partidos que no guarden silencio ante este involucramiento del crimen en la política. ”Martillar, martillar esa verdad hasta que quede plasmada en la conciencia nacional”, pidió a su partido y a diputados y senadores.

 

No es difícil leer entre líneas lo que están anunciando el presidente al decir que no se quedará callado. Deslizar que hay un partido o una fuerza beneficiada por la intervención del narcotráfico en Michoacán, con desplegados públicos amenazando a los electores para que no votaran por el PAN después de asesinarles al que calificó como “el mejor alcalde que hemos tenido”, remite directamente al partido que ganó las elecciones en Michoacán, el PRI, que además anuncia, serán impugnadas ante los tribunales.

 

En las cúpulas del PRI así interpretaron el mensaje de Calderón: “está anunciando que van a acusar a varios priistas de vínculos con el crimen organizado”. Y vuelven a surgir los nombres de varios ex gobernadores priistas, que desde hace tiempo se rumora, están en la mira del gobierno calderonista.

 

Hay expedientes listos de varios personajes del PRI que podrían ser reactivados en la actual coyuntura electoral. Los señalamientos contra ex gobernadores van desde protección al narcotráfico hasta el caso de un ex mandatario del sureste al que señalan como “el Z1” en su estado durante el tiempo que estuvo en el poder.

 

Eso anunció Calderón ante sus correligionarios: “no puedo quedarme callado ante eso. He sido prudente, he sido sensato pero no puedo quedarme callado ante algo tan grave que ocurre” ¿Qué sabe realmente el presidente, que podrá probar y su denuncia tendrá un cálculo político para golpear al PRI y por ende a su virtual candidato Enrique Peña Nieto? Pronto lo sabremos.

 

NOTAS INDISCRETAS… Otro al que ya le tienen armado un buen expediente con datos y detalles escabrosos de su vida de dispendios (en todos los sentidos) es Jorge Emilio González. El llamado “niño verde” ya no se ve tan niño a partir de los desenfrenos y excesos que se narran en fichas que llegaron a esta columna y que les contaremos en los próximos días… Donde crece la efervescencia propia del trópico es en Tabasco; los priistas que apoyan a Luis Felipe Graham para su candidato a gobernador insisten en que no permitirán la imposición del perredista Humberto Mayans que se propone el gobernador Andrés Granier. Dicen tener pruebas de la militancia de Mayans en el PRD y aseguran que detrás del intento de imposición hay un pacto de Granier con el perredista para “taparle todo” el desorden que dejará en las finanzas del estado… Los dados se reponen. Cierran semana con Escalera.

 

 

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