La recta final de las precampañas nos ofrece una pequeña probada de lo que está por venir. El PAN, único partido con una competencia interna por la candidatura presidencial, organizó un debate por internet entre los contendientes. Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero hicieron recordar una de esas peleas de boxeo en las que nadie tira golpes, y que al tercer round provoca la rechifla del respetable. Puro rollo. “ Estimularé la economía “, “Haré de México un país más seguro”, “Combatiré la pobreza”. Si, bueno, eso prometen todos. Nadie dice cómo. En cualquier caso, algún candidato saldrá. Parece, según las encuestas hasta el momento, que será la señora Vázquez Mota, salvo manotazo de Los Pinos que instale a Cordero a como dé lugar (a todos lados va escoltado por la vocera Alejandra Sota), cosa no tan improbable dada la reciente piel delgada mostrada por la Presidencia a raíz de la demanda en La Haya, o La Haiga,como dicen algunos.

 

El PRI, fastuoso en sus eventos, presentó el libro de Enrique Peña Nieto, y días después, lo ungió como candidato de unidad con todo y cargada y recargada. Lo cual es normal. También lo harán el PAN y el PRD, así que la “indignación” de algunos actores políticos por el acto priista, suena hueca. Finalmente, manifestaciones políticas similares las hay en todas partes del mundo. El asunto es, en realidad, que ni en el libro, ni en los discursos hay algo novedoso, que estimule la imaginación.

 

El PRD, mientras tanto, está enfrascado en vender la “república amorosa” del “nuevo” Andrés Manuel López Obrador, instalado ya como candidato de unidad de las izquierdas, después de un accidentado proceso interno que no acaba de cuajar. Ese desayuno con Nueva Izquierda al que se presentó el Chucho mayor, Jesús Ortega, sin invitación de por medio, quedará en el anecdotario perredista.

 

Pero ya instalados los actores, ¿qué podemos esperar de las campañas de 2012? Aparte, claro, de literalmente millones de spots, creo que muy poco. Habrá que ver hasta dónde llega el encono en esta campaña. Todos recuerdan el lodazal de 2006, y juran no repetirlo.

 

En uno u otro escenario, como en casi todas las elecciones en países democráticos, para el votante apartidista, el de a pie, es un volado. Codiciado por todos los partidos, escucha debates, promesas, ve espectaculares, pintas, es bombardeado por radio, prensa y TV, y sabe muy bien que su decisión final no es más que una aventura. ¿O recuerdan algún Presidente que haya gobernado de acuerdo a lo que dijo en campaña? Ni con notario. Así que resignémonos de una vez a asistir a las urnas, depositar el voto con una plegaria, y esperar el milagro de que por fin, después de una larga espera, tengamos un buen Presidente. ¡Suerte!

 

Tuits:

@ifilosofia Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. Jean Paul Sartre.

 

@rogerayalar Y el robo a la casa de Efraín Bartolomé, desde luego que va a quedar impune.

 

@jorgeberry ¿Por qué es secreto de Estado para el GDF lo que cobrará Britney Spears por el concierto de esta noche en el Monumento a la Revolución?

 

@jorgeberry