Entre los sondeos que distintas instancias realizan en escuelas preparatorias y otras instituciones de educación media superior para ubicar casos de bullying se detectó que ya existen grupos de alumnos que venden protección a sus compañeros y maestros para que dejen de ser hostigados. Los que pagan son generalmente quienes tienen alguna discapacidad o se asumen abiertamente como homosexuales.

 

Tras manifestar lo anterior, Ricardo Bucio, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) señaló que aún no existen datos concretos sobre el tema, ni se conocen los montos que se cobran por esta protección. Hasta ahora sólo se conoce que Sonora es una de las entidades con esta problemática, principalmente por la baja tolerancia que registra hacia la homosexualidad.

 

Los casos donde se detectó venta de protección están ubicados en los planteles de comunidades donde existe un entorno violento, en el que la venta de protección ya sea a negocios, ambulantes, o particulares es una práctica constante, por lo que para los alumnos que se dedican a esta actividad, les resulta natural.

 

El 15 de noviembre, la Secretaría de Educación junto con organismos internacionales y el CONAPRED lanzó la campaña “Construye T: convive con la diversidad”, como una respuesta a las situaciones de violencia escolar, bullying y discriminación que viven alumnos de algunas escuelas de Educación Media Superior en México.

 

A través de la campaña, será posible ubicar los casos de agresión y emprender acciones coordinadas para atacarlos. El principal objetivo es sensibilizar a los alumnos de más de mil 700 escuelas sobre la importancia de la tolerancia dentro y fuera de los salones de clase.

 

La última Encuesta Nacional Sobre Discriminación en México (ENADIS) reveló que 53.3% de los alumnos entre 12 y 17 años identificaron algún nivel de violencia en su último año de estudios en contra de algún miembro de la comunidad escolar. El 33.5% consideró que sus escuelas estaban ubicadas en colonias donde se registran hechos violentos.

 

Las principales actitudes que los adolescentes molestados padecen son: que les esconden sus cosas, los humillan verbalmente, los hostigan y los excluyen de las actividades grupales.

 

Ante este panorama, el presidente del CONAPRED, advirtió que al tratarse de menores de edad, no pueden existir políticas públicas de combate al bullying que criminalicen a los jóvenes porque quienes se comportan así sólo ponen en práctica lo que aprenden en su entorno.

 

Incluso, agregó, existen adolescentes que incurren en estas conductas por consejo de un adulto con el pretexto de que sirven para desarrollar “mecanismos de defensa o ataque que le van a servir para defenderse en la vida”.

 

En este sentido pidió la creación de políticas interinstitucionales para generar mecanismos de prevención o sanción que no necesariamente contemple acciones penales o la exclusión de alumnos agresivos del sistema escolar.

 

“Hay que incluirlo en los planes de estudio y estar seguros de que siempre va a existir una oficina o una persona que garantice la seguridad de alumnos y maestros para que esto ya no se siga ocultando por temor a las consecuencias”, dijo Bucio.

 

Por último, manifestó que en este contexto se necesita un mayor involucramiento de los ayuntamientos pues las autoridades municipales son quienes tienen información de primera mano sobre los índices de violencia en las colonias donde se ubican los centros escolares, de esta forma se puede contribuir para erradicar los contextos violentos desde la comunidad.