El actual titular de la SIEDO, Cuitláhuac Salinas Martínez, aseguró que la orden de presentación girada en contra de Luis David Villavicencio Mares por un caso de robo habitación en 1998, fue justificada y estuvo apegada a derecho.

 

En entrevista con 24 HORAS, el funcionario federal sostuvo que la recomendación 3/99 de la CDHDF, en donde se le acusa de haber violentado las garantías constitucionales de Villavicencio al ordenar su presentación, se asienta en un análisis jurídico incorrecto.

 

“Las personas que resolvieron ese asunto por parte de la CDHDF soslayaron varios aspectos jurídicos en relación con los efectos que tiene una orden de presentación y una orden de aprehensión; es desafortunado porque ellos confundieron los efectos de una y otra”, indicó.

 

Prueba de ello, añadió, es la determinación que cinco años después de esos hechos tomó la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto a casos donde el Ministerio Público ordena la presentación de una persona en el marco de una investigación, y la validez de llevarlos ante la autoridad.

 

“Lo que hizo la Corte fue resolver que la orden de presentación, además de ser jurídicamente válida, implicaba el que la persona respecto a la que se girara tenía que ser llevada ante el Ministerio Público; esa determinación sienta jurisprudencia para estos casos”, aseguró.

 

En el caso de Villavicencio Mares, Cuitláhuac Salinas sostuvo que en su calidad de ministerio público de la Agencia 50 Investigadora, estaba agotando una línea.

 

de investigación relacionada con un robo a casa habitación con la finalidad de esclarecer el caso.

 

Respecto a los abusos que el presentado sufrió por parte de los agentes ministeriales que le tomaron la declaración y de los policías judiciales que lo llevaron, fueron ajenos a la orden de presentación que giró.

 

“Algo debe de quedar claro, yo solicité a esta persona para tomarle una declaración, la orden de presentación era para que él declarara en torno a los hechos, ese era el efecto; desafortunadamente la responsabilidad que se les fincó a los agentes que intervinieron fue porque en vez de recibirlo y tomarle la declaración para luego dejarlo salir, lo que hicieron fue quedarse con él y retenerlo”, dijo.

 

El titular de la SIEDO puntualizó que su renuncia a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en enero de 1999, no tuvo relación alguna con el incidente, sino que obedeció a su crecimiento profesional, pues ingresó a trabajar como secretario de un magistrado en la Octava Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia capitalino.