La Secretaría de Energía (Sener) reveló que las reservas prospectivas por 681 millones de pies cúbicos de shale gas, sumadas a los depósitos de gas natural convencional, alcanzan para atender la demanda de 60 años; el inconveniente es que la estructura geológica donde se aloja este hidrocarburo requiere de grandes volúmenes de agua para su perforación.

 

Para dimensionar el volumen de líquido que se requiere, Mark Eisenhower, vicepresidente Senior de la consultora Pace Global, explica que la perforación de un pozo demanda de cuatro a cinco millones de galones de agua.

 

La cantidad de agua que se necesita es un tema importante al considerar que las cuencas del hidrocarburo están ubicadas cerca de poblaciones. Si no existe infraestructura de ducto para llevar el agua hasta el yacimiento, el hídrico se transporta en pipas para poder realizar los trabajos de perforación.

 

Estas condiciones influyen en las decisiones que toman los inversionistas para desarrollar los proyectos, porque la rentabilidad del capital depende de lo que cuesta reciclar el agua.

 

Hasta ahora no hay un estimado exacto de lo que implica en términos de recursos este proceso, sin embargo los cálculos que se tienen rondan los cuatro dólares por galón, precisó el consultor de Pace Global. “El requerimiento de agua cobra relevancia en un país como México, donde la agricultura es una actividad económica importante que también necesita agua”, enfatizó.

 

De no atender esta consideración, en México podrían ocurrir deterioros como los que padecieron comunidades en Estados Unidos cercanas a las cuencas de shale gas. Las carreteras al no estar construidas para el paso constante de pipas se dañaron, en detrimento de la calidad de vida de la población.

 

El director de Pemex Exploración y Explotación, Carlos Morales, dijo que el desarrollo de los proyectos debe considerar el costo del reciclaje de agua. Las necesidades del líquido obligan a una regulación para la construcción de infraestructura.