Al igual que la generalidad de las crisis, y tal vez mas en el caso de la Unión Europea, la causa fundamental de una crisis es el mantener gastos por encima de los ingresos, o sea algo como vivir por encima del nivel de las posibilidades.

 

En términos de actuar contra la crisis también el caso de la UE es algo peor que el resto de los países avanzados, ya que es de señalar que la medidas adoptadas para combatir la crisis adolecieron de tres limitaciones: poco adecuadas, insuficientes y particularmente tardías.

 

La UE tuvo 14 reuniones de alto nivel en 21 meses sin que aparecieran resultados, que a juicio de los mercados, signifiquen medidas concretas, oportunas y eficientes para terminar con los problemas.

 

Aun mas, es evidente el no haber seguido las normas prudenciales aconsejadas por la propia UE, como por ejemplo, es considerado aconsejable que el déficit del gobierno no supere el 3% del PIB ni que la deuda pública supere el 60% del PIB.  Una mirada a las cifras nos muestran como estos límites fueron ampliamente superados, no solo en los países de la periferia europea, caso Grecia, sino también en algunos de los países mas importantes.

 

El otro indicador que ha alcanzado niveles alarmantes es la tasa de desempleo, y en particular el mínimo efecto que han tenido las medidas utilizadas para reducirlas.

 

Algunos problemas adicionales surgieron del hecho de tener un cierto grado de división entre los 17 países de la UE que adoptaron el euro como moneda, con todas sus ventajas e inconvenientes, y el resto de los países de la UE, lo que se ha reflejado en algunas de las discusiones señaladas.

 

La expresión mas clara de la crisis fue una combinación de un gran problema con la deuda sobera a de los gobiernos y una débil situación de las hojas de los balances de la banca privada, comenzando con países periféricos, Grecia, Irlanda, Portugal, y con peligro de extenderse a algunos de los grandes, España e Italia.

 

Al igual que en el caso de los países, las medidas además de no ser oportunas y suficientes carecieron de una fuerza para su aplicación creando en los mercados un sentimiento de incertidumbre y la clara sensación de un alto grado de indecisión en los lideres responsables por el diseño y aplicación de las medidas necesarias, situación que puede resumirse en lo que hoy aparece como un problema fundamental: la falta de credibilidad.

 

En ese sentido los resultados de la reunión del día miércoles 26 de octubre en Bruselas, muestran un enorme cambio de actitud, al anunciarse medidas concretas y de aplicación inmediata, lo que tuvo un inmediata y significativa respuesta positiva por parte de los mercados a nivel mundial.

 

Sin bien los detalles de su aplicación no han sido definidos, y probablemente llevara algún  tiempo el hacerlo, podemos resumir lo resuelto en tres decisiones importantes:

 

–          Condonación del 50% de la deuda griega por parte de la banca privada.

 

–          Incrementar la capacidad de financiamiento del Fondo Europeo de Estabilización Financiera, con montos considerables que podrían utilizarse en países de mayor envergadura que el caso de Grecia en particular, a la vez que la definición de instrumentos de deuda más eficientes.

 

–          La recapitalización de la banca europea, que permita ir solucionando la debilidad que viene mostrando por un largo periodo.

 

Más allá de los efectos inmediatos, todo esto debe complementarse con otras cuestiones a definirse, tales como la participación del FGMI, y la definición de los ajustes internos en cada países, generalmente dolorosos.

 

No esperemos resultados mágicos pero si se ha tomado un importante paso en términos de mejorar la credibilidad.

 

El camino de la recuperación es difícil y largo, pero no imposible, donde es importante señalar la importancia que tendrán la urgencia de actuar y la valentía que muestren los líderes mundiales.

 

Finalmente recordar dos cuestiones importantes:

 

–          La sola mejora, aun no asegurada, de la situación de la UE no garantiza la solución global, esperándose progresos similares en el caso particularmente de los Estados Unidos.

 

–          La crisis es global, y de no mejorar la situación en los países avanzados, los efectos negativos anularan las posibilidades en el resto del mundo.

 

 
* Profesor en el departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana.