CUPERTINO/PALO ALTO.  Apenas la radio local anunció la muerte de Steve Jobs en la noche del miércoles, decenas de personas se pusieron en camino hacia la central de Apple en Cupertino y a su vivienda a 20 minutos en automóvil en Palo Alto. En los dos lugares dominaba una atmósfera de luto que pareció detener por momentos al frenético Silicon Valley, sede de muchas de las empresas estadunidenses de alta tecnología.

 

Decenas de personas seguían llegando ayer para darle el último adiós. Dejaban flores, manzanas, fotos y mensajes en las tiendas y por los lugares que acostumbraba frecuentar el cofundador de la firma de tecnología más valiosa del planeta.

 

Muy en el fondo del campus que edificó Jobs, un equipo de expertos echó a andar un proyecto que fue guardado por años con mucho celo. Pero no se trata de un nuevo gadget. Es un exclusivo programa de entrenamiento llamado Apple University.

 

De acuerdo con una investigación del diario Los Angeles Times, este proyecto es vital para que la compañía logre sobrevivir sin Steve Jobs, y consiste en enseñarle a los ejecutivos a pensar como él.

 

“Steve estaba preocupado por su legado. La idea era tomar lo que es único de Apple y crear un foro que pudiera impartir el ADN a las generaciones futuras de empleados”, dijo una fuente al diario estadunidense. “Ninguna otra compañía tiene una universidad encargada de trabajar tan profundamente en las raíces de lo que hace a una compañía exitosa”.

 

Para hacer ese trabajo contrataron a Joel Podolny en 2008, cuando era el rector de la escuela de Negocios de Yale. En su currículum destaca que ha enseñado en dos de las escuelas más importantes de EU: Stanford y Harvard, que es un sociólogo destacado y que se especializa en liderazgo y comportamiento de las organizaciones.

 

Su contratación fue urgente en 2008, cuando Jobs volvió a ausentarse de la compañía por el cáncer de páncreas que desde 2004 lo consumía.

 

Podolny estaba en la cumbre ese año, muchos esperaban que se convirtiera en el presidente de la universidad, pero sorprendió a sus colegas cuando anunció que había sido contratado por Apple. La importancia de su posición fue aparente desde el primer día, cuando se mudó a una oficina entre Jobs y Tim Cook, el sucesor del hombre que hoy tiene de luto al mundo.