Las colonias Roma y Condesa de la capital mexicana siguen tristes. Sus pequeñas tiendas, restaurantes, cafés, bares, galerías y parques lucen desolados, apenas un susurro logra escucharse, a más de un mes de aquel trágico 19 de septiembre.

 

El miedo que dejó el “otro” sismo, de magnitud 7.1 grados, continúa impregnado alrededor de sus calles: Laredo, Ámsterdam, Álvaro Obregón, Puebla, Salamanca, San Luis Potosí, Medellín, Coahuila y más, pues entre éstas colapsaron por lo menos seis inmuebles.

 

Aunque poco a poco vuelve la calma y la cotidianidad, sobre todo entre los vecinos, “las ventas siguen por los suelos”, dice Moishés Capitaine, propietario de “Glacée Roll”, mientras espera la llegada de clientes al Mercado Roma.

 

El joven coloca su negocio de helados sobre la entrada principal de este mercado gourmet. Ahí, comenta que la situación es todavía complicada porque, en su caso, las ventas cayeron hasta 65%. “Es un número bastante alarmante (…) y no hemos podido levantarnos por completo”, lamenta.

 

Señala que la poca afluencia de clientes puede deberse a dos razones: la falta de economía y el pánico generado después del movimiento telúrico de aquel martes 19 de septiembre, cuando el caos invadió a la Ciudad de México.

 

A unos pasos está el restaurante “Saigón”, dedicado a la cocina vietnamita. Su administradora, Karina Chávez Méndez, coindice en que las personas tienen miedo de acercarse a los lugares más afectados, como en San Luis Potosí, esquina Medellín, donde se derrumbó un inmueble.

 

Expone que esta local ha registrado pérdidas por hasta 50%, en particular durante septiembre porque cerraron unos días, y acota que en fechas recientes se incrementó el pago con tarjeta de crédito por parte de los comensales.

 

Del otro lado de Insurgentes, Laura Martínez, capitana de La Pescadería Condesa, indica que la baja venta de este restaurante es porque las calles aledañas -Álvaro Obregón y Salamanca- estuvieron cerradas varios días por los trabajos de rescate y remoción de escombros; “y la gente suponía que seguían igual”.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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