Deben redoblarse esfuerzos para proteger a trabajadores de grupos vulnerables como los jornaleros agrícolas y así evitar que sus derechos humanos y laborales sean violentados; y cuando, excepcionalmente esto llega a ocurrir, sancionar a los responsables de cualquier abuso.

 

Así lo afirmó la Secretaría del Trabajo y Previsión Social al dar a conocer que entre diciembre de 2012 y diciembre de 2016 se realizaron cerca de mil inspecciones federales en centros de trabajo con actividades agrícolas, en beneficio de 150 mil trabajadores.

 

Se apoyó a casi 500 mil jornaleros con traslados seguros, apoyos económicos, capacitación y vinculación a empleos en el campo.

 

Además, se informó que cerca de 35 mil personas recibieron información sobre derechos humanos, laborales y agrarios con perspectiva de género; también se certificó a 31 mil 493 jornaleros que recibieron capacitación para mejorar su empleabilidad e incentivar la continuidad del desarrollo de sus habilidades y competencias.

 

Con la colaboración de la Procuraduría Agraria, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), se imparten talleres presenciales de difusión de derechos de las personas trabajadoras rurales, indígenas y migrantes.

 

Dio a conocer que el “Distintivo Empresa Agrícola Libre de Trabajo Infantil” fue otorgado a más de 350 centros de trabajo agrícolas, cuyas buenas prácticas de cuidado y protección infantil beneficiaron a más de 170 mil personas.

 

Por último, destacó la importancia del otorgamiento del registro al “Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas”, tras un acuerdo relacionado con el empleo formal y el respeto irrestricto a los derechos humanos y laborales de los trabajadores del campo.

 

Insistió que la protección de los derechos de los jornaleros agrícolas mexicanos constituye una prioridad que demanda la intervención conjunta de la Federación y los Estados.

 

Reconoció que millones de estos trabajadores se trasladan por el país, la mayoría de las veces acompañados de sus familias; recordó que, con frecuencia, llegan a ser sujetos de explotación o malas condiciones de seguridad e higiene.

 

Destacó la importancia de implementar programas que protejan la integridad, mejoren la seguridad y las condiciones laborales para bienestar de los trabajadores del campo, y que garanticen el acceso a la educación básica a sus hijos.