La siembra comercial del maíz transgénico se encuentra detenida en México. Así sucede al menos de forma temporal debido a una medida ordenada por un juzgado mexicano, pero los Organismos No Gubernamentales (ONG) y las empresas de biotecnología continúan el debate desde sus trincheras.

 

El 12 de agosto de este año, la organización AgroBIO, la cual tiene como miembros a empresas como Bayer, Dow AgroSciences, Monsanto, Pioneer y Syngenta, emprendió la campaña ‘La Neta de tu Planeta’, para hablar sobre las semillas genéti­camente modificadas y convencer a la sociedad sobre sus beneficios, ante la posibilidad de lograr la aprobación de siembras comerciales.

 

“Nosotros estamos preparados para que sea una larga campaña”, dice Alejandro Monteagudo, director general de AgroBIO México, quien asegura que de 1996 a 2012, periodo que comprende la siembra de maíz transgénico, se han generado beneficios económicos por 98,000 millones de dólares (MDD) gracias al incremento en la producción del grano y los ahorros para los agricultores.

 

Pero organizaciones como la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Fundación Semillas de Vida, piensan que estos cultivos perjudican las variedades de maíz nativas.

 

Hoy México importa 45% de los  productos agropecuarios para abastecer la demanda interna de alimentos, mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimen­tación estima que los países deben de contar con una autosuficiencia alimentaria del 75%.

 

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