Al perder la coordinación del PAN en el Senado, Ernesto Cordero y su grupo de calderonistas no sólo pierden la posición política más importante que tenía el antiguo grupo gobernante, sino que también se les acaba su principal fuente de financiamiento, al dejar de recibir el presupuesto de más de 40 millones de pesos mensuales que recibe la coordinación parlamentaria y que se habían convertido en recursos vitales para mantener vivo el proyecto del calderonismo en el PAN y en la política mexicana.

 

Eso explica en buena parte la reacción airada y rebelión que ha emprendido el destituido coordinador senatorial del PAN, quien además sabe que con la llegada de un nuevo líder de la bancada podrían abrirse los registros y expedientes del uso y gasto de esos millonarios recursos entre los que aparece, dicen, varios ex funcionarios calderonistas que cobraban en la fracción del PAN, ya por asesorías o ya por servicios profesionales a través de despachos privados. Este último es el caso del despacho de Alejandra de la Sota, ex vocera presidencial de Calderón que, según afirman panistas, fue contratada por Cordero como asesora del grupo de senadores panistas.

 

Buena parte de esos recursos se destinaron a gastos publicitarios para promover la imagen mediática del senador Cordero y de varios senadores de su burbuja, con la finalidad de mantener la presencia del grupo en la opinión pública y dar a conocer sus proyectos políticos, que no necesariamente eran los mismos que los del PAN o, mejor dicho, los de la dirigencia panista encabezada por Gustavo Madero.

 

Tal vez por eso, para no perder el financiamiento que sostenía al proyecto político calderonista o corderista, es que ayer circulaba entre los senadores del PAN afines a Cordero una propuesta que dicen les está haciendo el ex titular de Hacienda: constituir una fracción parlamentaria “alterna” con los 24 legisladores que firmaron la carta apoyándolo y de esa manera recibir las asignaciones presupuestales como grupo legislativo, independiente del grupo formal del PAN, pero sin romper con ese partido ni abandonar su militancia.

 

La idea de Cordero es mantener vivo su proyecto político para, en diciembre próximo, lanzarse a competir por la dirigencia nacional del PAN y enfrentar a Gustavo Madero si es que éste buscara la reelección. Para eso se requeriría de una intensa campaña interna para posicionar al senador y eso requeriría de recursos que saldrían, en parte, del financiamiento que recibiría la “bancada alterna” panista. Numéricamente no tendrían problema pues la Ley Orgánica del Congreso sólo pide cinco legisladores para poder constituir una fracción parlamentaria, aunque habría que ver qué dice la normatividad del Poder Legislativo sobre financiar a dos bancadas de un mismo partido.

 

Porque al final ex aspirante presidencial, Cordero Arroyo sabe muy bien que cualquier aspiración política significa dinero y si pretende dar la pelea por la dirigencia del PAN, como ayer lo reveló él mismo, necesitará fuentes de financiamiento y, como dijera alguna vez Manuel Camacho Solís, no es lo mismo hacer campaña cuando se vive dentro del presupuesto que cuando se está en la oposición y no se goza del cobijo del erario.

 

NOTAS INDISCRETAS… Ayer en Palacio Nacional, sentados todos a la izquierda del presidente Enrique Peña Nieto, los gobernadores escuchaban atentos el mensaje del mandatario. Más de uno se revolvió en su asiento cuando el presidente enumeró las cinco grandes metas del PND, especialmente cuando habló de lograr un “México en paz”. Ángel Aguirre, de Guerrero, se acomodó la corbata, mientras Gabino Cué se revolvió en el asiento; el que de plano se veía menos chiquito de lo habitual –era el interino de Michoacán, Jesús Reyna, a quien la llegada de tropas de las fuerzas federales al estado hizo que ya los normalistas comenzaran a devolver los camiones secuestrados… Giran los dados. Otra Serpiente.