Al iniciar su tercer año al frente de la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto afirmó no sentirse satisfecho con las acciones emprendidas durante su administración; además, reconoció que la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa marca un “antes y un después” en su gobierno.

 

En Cintalapa, Chiapas, donde entregó apoyos del programa Prospera, el mandatario expuso que “no estamos satisfechos por lo que hemos alcanzado. Sí por lo que hemos logrado en el cambio estructural, pero ahora hay que ser perseverantes para asegurar que esos beneficios, que sabemos vienen de estas reformas, lleguen y beneficien a todas las familias mexicanas”.

 

A 24 meses de su toma de posesión, el jefe del Ejecutivo destacó como su principal logró la aprobación del paquete de 11 reformas, “el esfuerzo que se ha hecho a lo largo de estos dos primeros años ha tenido un objetivo fundamental: establecer una nueva plataforma, un nuevo marco legal que le depare al país mayor prosperidad, mayor desarrollo y mejores condiciones para todos los mexicanos”.

 

A su parecer, “falta mucho por hacer” y uno de los primeros objetivos es transformar los cambios estructurales en beneficios tangibles para la ciudadanía.

 

“Se trata fundamentalmente de asegurar que las familias mexicanas tengan condiciones de mayor bienestar, tengan mejores ingresos, ganen más por su trabajo, les rinda de mejor manera el ingreso que tienen y vivan en condiciones de mayor dignidad y de mayor desarrollo”, aseguró.

 

Reconoció que esa meta “no está plenamente alcanzada; es claro que nos falta camino por andar. Es muy claro que no podemos sentirnos satisfechos por lo que hemos logrado, porque aún falta que esto se traduzca en condiciones de mayor bienestar para todos los mexicanos”.

 

El Presidente les pidió a sus colaboradores “ser perseverantes, porque partimos de la convicción que de lo que hemos hecho era fundamental para entonces emprender un camino que lleve al país a condiciones de mayor desarrollo”.

 

A partir de su tercer año de gobierno, que inició ayer, apuntó que su gobierno compartirá “con la sociedad mexicana cada avance, cada logro y, lo más importante, lo que depare en el resultado que esperamos de lo que hemos venido impulsando”.

 

Además de la aprobación de las reformas, Peña Nieto presumió los resultados “en el ámbito social, las que están en el tema de vivienda, cómo hoy estamos llegando a más familias, y cómo estamos apoyándoles para que adquieran una vivienda en mejores condiciones, y para que vivan con mayor dignidad”.

 

 

Caso Iguala

 

Durante su visita a Chiapas, el mandatario aceptó que la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Guerrero exhibió la vulnerabilidad de las autoridades, principalmente de los gobiernos municipales, lo cual es un episodio que marcará el segundo año de su gobierno.

 

“Lo ocurrido en Iguala, Guerrero, conocido de todos los mexicanos y ahí afuera, en el exterior, es claro que marca un antes y un después (…) es claro que evidenció la debilidad institucional para hacerle frente al crimen organizado, hoy en mayor número, y sobre todo con armas y con capacidades de fuerza mayores a las que hubiese tenido en el pasado”.

 

Peña Nieto recordó que hace unos días presentó un decálogo de acciones para evitar que se repitan casos como el de Iguala, y confirmó que ayer envió al Congreso parte del paquete de reformas para combatir la infiltración del crimen organizado en los municipios y crear las policías únicas estatales.