Como el mercado lo esperaba, la Fed mantuvo sin cambio su tasa de referencia en 1.25% y confirmó el inicio de la reducción del balance a partir de octubre próximo.

 

Dentro de la revisión de sus proyecciones, observamos que espera un mejor crecimiento para el cierre de 2017, pasando de 2.2% a 2.4%, mientras que la inflación estará más acotada, de 1.7% a 1.6%. La tasa de desempleo no tuvo modificaciones en 4.25%, que significa “pleno empleo”.

 

Uno de los puntos que estarán llevando a un mayor crecimiento de la economía es el gasto del consumidor y un mayor nivel de inversiones. Estos dos puntos apoyan el movimiento actual de las bolsas en Estados Unidos, el Dow Jones, el Nasdaq y el S&P han estado manteniendo una tendencia ascendente con nuevos máximos históricos.

 

En este sentido, falta esperar en lo que resta del presente mes si el Gobierno y el Congreso americanos acuerdan una buena reforma fiscal o únicamente algunos ajustes impositivos y en infraestructura. El Senado tiene poco tiempo para decidir si se sustituirá el Obamacare para generar ahorros importantes y le permita un mayor ajuste en la reducción de impuestos a corporativos y personas físicas, además del tema de repatriación de capitales.

 

No obstante, consideramos que el potencial de alza de los mercados estaría entre 1 y 4% como máximo para entrar a una fase correctiva posteriormente.

 

Regresando a la decisión de la Fed, también el aviso del inicio en la reducción de su balance a partir de octubre, es decir, en semana y media. Será por 10 mil millones de dólares mensuales considerando seis mil millones de bonos del Tesoro y cuatro mil millones de bonos respaldados por hipotecas.

 

Será a partir de enero de 2018 cuando vayan incrementando el retiro del recurso hasta llegar a un monto de 50 mil millones de dólares mensuales.

 

En ese sentido, no hay duda que muy probablemente veremos reacciones de alza tanto en el valor del dólar como una presión al alza a lo largo de la curva de los bonos del Tesoro, especialmente bonos de dos y cinco años. Así el dólar podría subir rápido 2.0% frente a la canasta y el bono a 10 años (el más líquido) subiría de 2.26% a la zona entre 2.30-2.40% de inicio.

 

Moody’s vuelve a la carga

Después de que el propio mercado que incluye a bancos, casas de bolsa, asesores independientes, calificadoras y empresas de asesoría económica hemos reconocido una mejora en las cuentas públicas del gobierno, aunque lejos de llegar a puntos óptimos, el caso fortuito de los terremotos, pero en especial de este último estarían generando un costo importante que tendrá que asumir el Gobierno federal.

 

En ese sentido, Moody’s se anticipa y considera que dicho costo pudiera afectar las finanzas públicas. Es cierto. Habrá que ver qué hace el gobierno que seguramente tendrá que buscar una reducción de gastos al presupuesto enviado hace unos días al Congreso. El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ya considera la posibilidad de algún ajuste al presupuesto para cubrir esta necesidad sin afectar las finanzas, lo que pudiera ser con algunos recortes a programas, secretarías y/o estados.

 

caem