En México, indígenas y mujeres sufren desigualdad económica como laboral, pues mientras los primeros tienen mayor probabilidad de vivir en la pobreza, las segundas invierten más tiempo en trabajos no remunerados, revela el estudio “La matriz de la desigualdad en América Latina” que presentó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

 

 

De acuerdo al informe, en nuestro país la tasa de pobreza entre los indígenas es de 50%, el cual supera en 13 puntos a la población no indígena mexicana que llega a 37%.

 

 

“La tasa de pobreza entre los indígenas era igual o superior al 50% en Guatemala, México y Paraguay, cercana al 40% en Bolivia, Brasil y Ecuador, y de un 26% en Perú”, dice el documento de la CEPAL.

 

 

Pero las brechas de las desigualdades en nuestro país no sólo se manifiestan en el origen étnico, también en el género donde las mujeres son las rezagadas.

 

Según los datos de la CEPAL, las mujeres mexicanas entre 25 y 45 años dedican 42 horas a labores en el hogar y cuidado de familiares, actividades que no son remuneradas, mientras que los hombres sólo 14 horas por las mismas acciones.

 

En cambio, cuando se habla de las horas remuneradas se invierte la proporción pues los varones alcanzan a las 45 horas mientras que ellas sólo llegan a las 20 horas.

 

Estas diferencias en la forma de inversión de tiempo crean una brecha de desigualdad en materia económica, la cual se manifiesta en la imposibilidad de las mujeres de entrar al mercado remunerado de trabajo.

 

“La reducida participación masculina en esas actividades y la ausencia de sistemas asequibles de cuidado tienen como contrapartida menores posibilidades para que las mujeres puedan participar en el trabajo remunerado, en particular en la etapa adulta”, dice el estudio de la CEPAL.

 

 

Cifra

 

24%

De los indígenas en México es indigente, porcentaje superior a los que no pertenecen a alguna etnia que alcanza el 13%