El Instituto Nacional Electoral (INE) reconoció que los “focos amarillos” están encendidos en Guerrero y Michoacán ante la escalada de violencia que ha permeado en el desarrollo de los comicios para renovar la Cámara de Diputados.

 

Lorenzo Córdova Vianelllo, consejero presidente del INE, confirmó que los distritos de Tlapa de Comonfort y Chilpancingo, en Guerrero, son los que más preocupan al instituto y donde reajustaron el calendario.

 

En entrevista en Primero Noticias de Televisa, Córdova señaló que “hay algunas zonas (…) donde las situaciones son particularmente complejas, de hecho, ahí ya tuvimos que hacer el primer ajuste en el calendario para el examen de la selección de capacitadores y asistentes electorales, ya hoy estamos operando en condiciones de no plena normalidad”.

 

La principal problemática, explicó, “es la toma de instalaciones, vandalización de algunos módulos de atención ciudadana y lo que ocurrió el fin de semana, que en la capital Chilpancingo, se tuvo que suspender la realización del examen para seleccionar a los capacitadores”.

 

Los ataques a las sedes del INE en Guerrero y las acciones que han impedido la organización del proceso electoral son producto de la protesta social del Movimiento Popular Guerrerense, una organización que aglutina al magisterio disidente, policías comunitarias y asociaciones campesinas, cuya exigencia es la suspensión del proceso electoral a raíz de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala.

 

Ante el escenario, Córdova señaló que el INE está “trabajando para construir las mejores condiciones posibles para que las elecciones se lleven a cabo, en la ruta crítica del instituto no está contemplada la suspensión de las elecciones”.

 

El desafío de organizar comicios en un estado con conflictos sociales e incidencia del crimen organizado, “supone un esfuerzo adicional para desplegar estrategias, eventualmente ajustar calendarios, plazos, para poder llegar el siete de junio en las mejores condiciones para que los guerrerenses puedan emitir su voto tanto en las elecciones locales como en las federales”.

 

Apatzingán, el punto álgido en Michoacán

 

Además, aceptó que la organización de la elección “se ha complicado” en la región de Tierra Caliente en Michoacán, particularmente en Apatzingán donde en los últimos días ocurrieron enfrentamientos armados.

 

En suma, el consejero presidente consideró que las siguientes semanas serán claves para que el proceso electoral pueda seguir su curso normal en ambos estados y reconoció que si a finales de febrero continúan los ataques a las sedes del INE y el impedimento para realizar sus labores, la elección en Guerrero entrará a un “punto de no retorno”.

 

El consejero presidente afirmó que “si dentro de algunas semanas no hemos logrado completar el proceso de selección y capacitación de los asistentes electorales, no podremos desplegar el trabajo de campo para seleccionar a los funcionarios de casilla, estamos haciendo ejercicios para acortar tiempos, reducir ciertas etapas, y eventualmente, saltarnos algunas de ellas su fuera necesario”.

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