Qué bonito, qué bonito país en donde sus ciudadanos y ciudadanas se sienten cada vez más seguros de caminar por las calles y con la confianza de que no serán víctimas de la delincuencia. Qué bonito también que las estrategias “menores y mayores” que ha diseñado e instrumentado el gobierno federal para devolver la paz y la tranquilidad en Michoacán, Tamaulipas, Guerrero, Estado de México, Morelos, Nuevo León, Puebla… estén dando resultados.

 

Qué bueno que en Tamaulipas el gobierno Federal le haya dicho al gobernador Egidio Torres que mejor se dedique a la elaboración de mega cocteles de camarón, ceviche, jaiba… porque las fuerzas federales se harán cargo de la seguridad en Tampico, Ciudad Victoria, Reynosa, Matamoros, San Fernando, Mante, y otros municipios.

 

Qué bueno que Michoacán es más seguro que Tamaulipas, Jalisco y Morelos (Fausto Vallejo dixit), y que en Michoacán hoy se pueda caminar tranquilamente… y que de ninguna manera sea un estado en que podía florecer con franca impunidad la delincuencia (Jesús Murillo Karam dixit).

 

Qué bien que en lugar de más de 60 homicidios diarios que se registraron en 2012 en todo el país, la cifra haya bajado a 50, según el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana, Roberto Campa Cifrián. Qué malo que el mismo funcionario diga, por otro lado, que en México la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2013 informe que el costo nacional a consecuencia de la inseguridad y el delito ascendió a 215 mil millones de pesos, es decir, 1.34% del Producto Interno Bruto, y que poco más del 70% de la población mayor de 18 años percibe como insegura su entidad federativa.

 

Mejor aún, que el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, haya declarado que se acabaron aquellos “espectáculos” donde se presentaba en vivo y en directo la captura de los delincuentes (no quiso decir que como ocurrió en el sexenio de Calderón). Esas puestas en escena, según el vocero, “sólo generaban miedo entre la población, o bien, empoderaban a los delincuentes”. Pero esa información de ninguna manera servía al ciudadano. Esta manera tan espectacular de presentar a los delincuentes, como si se tratara de personajes relevantes de la sociedad, de ninguna manera ayudaba a la ciudadanía. Derivado de este espectáculo se cometieron muchísimos errores… El Estado Mexicano en aquel entonces estaba tratando de mostrar el nivel y el alcance de su cruzada contra la delincuencia, pero le falló, quiso decir.

 

Hoy, todo eso ha cambiado, dijo el vocero: Por un lado se respetan los derechos de los delincuentes y por otro se respeta el derecho que tiene la sociedad a ser informada sin que esta presentación de la información se convierta en un elemento para hacer apología del crimen y de la violencia. “Hemos dejado de llamar a los delincuentes por sus apodos, los delincuentes como cualquier otro ciudadano tienen nombre y apellido”. O sea, nada de “El Chapo”, “El Chayo”, “La Tuta”.

 

Dicen los observadores que en el combate a la delincuencia organizada y desorganizada “cada quien tiene su manera de matar las pulgas”. Pero lo importante es que lo consigan.

 

AGENDA PREVIA

 

Gracias a la Fundación 15 x el 15, que encabeza el Diputado Federal por Sonora, Toño Astiazarán, miles de personas de Hermosillo pudieron conocer de viva voz -a través de internet-, la experiencia de Steve Wozniak, cofundador de Apple junto con Steve Jobs. El evento logró ser “trending topic” nacional en Twitter con #WozConToño. Wozniak es el creador de la primera computadora personal y junto con Steve Jobs son considerados los padres de la era PC. Hay que reconocer el esfuerzo de susodicha fundación de brindar la oportunidad a miles de mexicanos de interactuar con esta personalidad. En ese sentido, Astiazarán destacó durante el evento que un país se desarrolla más cuando hay mejores inventos, creatividad, innovación y más registros de patentes, pero sobre todo, cuando creemos que nuestros sueños se pueden hacer realidad.